La expulsión de Damián Frascarelli fue muy determinante en el resultado del Clásico del Astillero. Se trata de una situación que el golero de Barcelona pudo haber evitado, pero en el fútbol pasan este tipo de acciones.

Quizás Frascarelli actuó precipitadamente, pues si ya cometió un error al intentar agarrar el balón, cometió un segundo error inmediato al bloquear del cuello al delantero de Emelec Daniel Angulo, en un claro penal. Este tipo de situaciones hacen que el meta gane más experiencia de la que ya tiene, pero eso no quita que la sanción fue determinante.

No obstante, pienso que no necesariamente era un partido para que inicie Máximo Banguera en el arco de Barcelona. Frascarelli tiene capacidad para jugar clásicos. Ha demostrado ser un buen golero. Considero que el arquero extranjero suele ser más sólido, tiene mejor ubicación y hace las cosas con menor espectacularidad. Lo que le sucedió el domingo le pudo haber sucedido a Banguera.

Publicidad

Igual de crucial fue el planteamiento de Barcelona con diez hombres. Lo ideal hubiese sido que juegue con una línea defensiva de 3 y no modificar del medio campo hacia arriba, donde tiene buenos jugadores para llegar al arco contrario. El técnico torero pensó que Emelec iba a ser muy arrollador y por eso prefirió sacar a Marcos Caicedo, un jugador ofensivo. La decisión final la tiene el entrenador, pero luego del partido nos dimos cuenta de aquello que habría sido ideal.

Creo que pudo haber salido un central, Frickson Erazo, pues Darío Aimar es más rápido y se muestra sólido. Así se mantenía una línea de 3 y se quedaba en el campo Caicedo, que marca la diferencia en la ofensiva.

Emelec jugó mejor. Fue muy sólido en defensa, se aprovechó del hombre de más. Fue un ganador inobjetable. Manejó el partido y lo hizo bien.

Publicidad

Estos son partidos que se dan. Barcelona ha ganado también con marcadores abultados. No pasa muy seguido, pero pasa. El club canario debe seguir haciendo su juego. Que esto solo quede de experiencia. (O)