Eliud Kipchoge estremeció el mundo del deporte al convertirse en el primer atleta que baja de las dos horas en un maratón, aunque el registro del keniano no puede ser considerado como un récord mundial.

El campeón mundial y dueño del récord mundial cronometró este sábado 1 hora, 59 minutos y 40.2 segundos en el llamado “INEOS 1:59 Challenge”, una competición que se organizó para facilitar el intento.

Kipchoge, quien comparó su gesta atlética como la llegada del hombre a la Luna, se dio un par de manotazos en el pecho para festejar y sonrió cuando completó la distancia en el parque Prater de Viena.

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"Ha sido el mejor momento de mi vida”, dijo Kipchoge al mencionar que pasó cuatro meses y medio entrenándose para esta carrera contra el reloj. “Cargaba una enorme presión. Me llamó el presidente de Kenia”.

Tras comenzar a las 8:15 de la mañana, Kipchoge contó con el respaldo de 36 liebres, que le acompañaron en grupos que se alternaban, uno de los motivos por los que la Federación Internacional de Atletismo — la entidad rectora del deporte — no ratificará el tiempo como récord mundial.

Los grupos recibieron la ayuda de una furgoneta que marcaba el paso a los corredores con un rayo láser que proyectó la posición ideal en el asfalto. También recibieron bebidas, que eran entregadas con cuidado por ciclistas y otros corredores, para prevenir que desacelerasen.

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“Es una gran sensación hacer historia deporte como Sir Roger Bannister”, dijo Kipchoge, refiriéndose al fallecido corredor británico que fue el primero en bajar de los cuatro minutos en la milla en 1954. “Soy el hombre más contento del mundo por ser el primer humano en bajar las dos horas y puedo decirle a la gente que no hay límites para el ser humano. Anticipo que más gente en todo el mundo correrán por debajo de las dos horas después de hoy”.

Kipchoge hizo hincapié en que su objetivo va más allá del atletismo. “Podemos hacer que este mundo ser más lindo y pacífico”, dijo. “Lo positivo del deporte. Quiero un deporte que sea limpio y atractivo”.

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Kipchoge fue alentado por una multitud en el trayecto en el Prater, con festejos en su país natal que empezaron antes que completara el objetivo.

“Cordiales felicitaciones, Eliud Kipchoge”, dijo el presidente keniano Uhuru Kenyatta en un comunicado. “Lo lograste, hiciste historia y haces que Kenia se sienta orgullosa. Tu triunfo hoy inspirara a futuras generaciones a que sueñen en grande y aspiren a cosas grandes”.

Cientos de kenianos paralizaron el centro de Nairobi, la capital del país, para ver el final de la carrera en una pantalla gigante.

En Eldoret, la meca de los campeones de fondo kenianos, cientos salieron a las calles para festejar.

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“Tendremos que estar todos en la ruta completa del aeropuerto a Nairobi. Hay que recibirlo como el héroe que es”, dijo el prominente activista Boniface Mwangi en Twitter.

Los organizadores de la carrera informaron que las regulaciones sobre dopaje fueron aplicadas, y que Kipchoge y todas las liebres se sometieron a controles fuera de competencia por parte de la Unidad de Integridad del Atletismo.

El Prater ofreció un escenario ideal por sus largas rectas, protegidas del viento por los elevados árboles, en buena parte del trayecto de 9,6 kilómetros, el cual Kipchoge completó más de 4 veces.

Fue su segundo intento por bajar de las dos horas, luego de quedarse corto por 26 segundos en una competencia similar en el circuito de Fórmula Uno en Monza, Italia, en mayo de 2017.

Kipchoge, campeón de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, ha ganado 10 de los 11 maratones que ha disputado y es dueño del récord mundial, con el registro de 2:01:39 que logró el año pasado en Berlín. Ese tiempo trituró por 78 la previa plusmarca. En condiciones casi que perfectas, Kipchoge le rebanó casi dos minutos a ese tiempo. (D)