Luigi Pescarolo, entrenador de la selección femenina de fútbol, fue cesado de su cargo por parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Así lo informó ayer el presidente Francisco Egas.

Pescarolo fue denunciado en la Fiscalía de Pichincha por la jugadora M. G. F. por supuesto acoso sexual. La deportista asegura que el DT le habría enviado y solicitado fotos íntimas y habría invadido su habitación en la concentración durante microciclos cuando la Tri se alistaba para los Juegos Odesur 2018.

“Aunque será la justicia la que determine culpabilidades,  la FEF no puede tener profesionales cuya integridad esté en duda. Son profesionales que tienen como responsabilidad formar y ni siquiera cabe la idea de que puedan estar involucrados en algo así”, dijo Egas a la radio capitalina Área Deportiva.

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“La FEF tomó una acción inmediata,  la separación de estos profesionales (Pescarolo, el preparador físico Tomás Arboleda y el médico Héctor Bohórquez, los dos últimos denunciados como conocedores del presunto delito) y apoyaremos todas las investigaciones del caso que sean necesarias”.

Egas reveló que además existen indicios, denuncias y documentos que llevan a pensar que los casos de acoso en las selecciones femeninas ecuatorianas no son nuevos y que, incluso, se conocían en las altas esferas del directorio anterior, que fue presidido por Carlos Villacís hasta enero pasado.

"En el 2018 ya hubo informes de malos tratos, problemas serios a la interna de la selección femenina... ahora con esta denuncia yo espero que sea solo el inicio para que el resto de jugadoras se sientan cómodas para dar su versión y contar sus historias, ahora con otro apoyo de la Federación".

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Pescarolo, en radio Morena,  dijo: “Esta chica (que lo denunció) ha sido utilizada por gente que todavía tiene alguna influencia dentro de la FEF. Estamos muy tranquilos con nuestro trabajo, nuestro profesionalismo y esto se va a aclarar desde el punto legal”.

Añadió que las fotos (íntimas) suyas que se han viralizado en redes sociales se las envió solo a su esposa y no a la jugadora que lo denunció y que no sabe cómo se hicieron públicas. (D)