La marcha aparentemente imparable del FC Barcelona hacia su título número 26 en La Liga española se ha ralentizado con dos empates consecutivos, pero Ousmane Dembélé puede devolverle el impulso al líder cuando reaparezca frente al Real Valladolid el sábado, tras cuatro semanas apartado por una lesión.

Mientras el equipo catalán se ha preocupado por el estado físico de Lionel Messi, que ha jugado sus dos últimos encuentros pese a sufrir molestias de muslo, la ausencia de Dembélé se ha notado mucho.

El delantero francés ha dejado atrás sus problemas disciplinarios de los últimos dos meses, sorteando a sus oponentes con regates impredecibles y formando un rentable tridente con Messi y Luis Suárez. Su progreso, sin embargo, fue interrumpido por una lesión de tobillo en un encuentro contra el Leganés el 20 de enero.

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Sin Dembélé, el Barça cortó con una racha de ocho victorias consecutivas al empatar 2-2 en casa con el Valencia y 1-1 en partido de ida de semifinales de Copa del Rey contra el Real Madrid.

El fichaje récord del Barcelona, Philippe Coutinho, ha llenado el hueco de Dembélé, pero no ha conseguido congeniar con sus compañeros. Suárez, en particular, aprovecha el espacio que le ofrecen las potentes carreras del francés.

Con un Madrid recuperado que ha cerrado a seis puntos desde 10 la brecha que lo separa del líder y resurgiendo como una amenaza para las ambiciones del FC Barcelona de ganar La Liga, la vuelta de un Dembélé en plena forma no podría ocurrir en un momento más necesario. (D)