Fue el 6 de noviembre pasado. En una entrevista concedida al periódico El Comercio el presidente de Barcelona, José Francisco Cevallos, decidió lanzar la careta al aire. Lo que siempre dijimos, que había llegado a la presidencia del club más popular del país con un propósito político (Reloj de Arena, septiembre 27 de 2015, Diario EL UNIVERSO) y que Cevallos negó, rodó por el piso.