La selección inglesa de rugby venció con apuros y una dosis de fortuna (12-11) a la de Sudáfrica, que pese a dominar durante gran parte del choque no pudo evitar la derrota, este sábado en un test-match en Twickenham.

Los sudafricanos fueron más disciplinados, estuvieron más motivados y pueden llegar a preguntarse cómo perdieron un partido así, donde Inglaterra únicamente cumplió con los golpes lejanos con el pie de Owen Farrel y Elliot Daly.

Esta victoria sufrida y poco brillante no dará gran confianza a Inglaterra antes de su gran duelo con los All Blacks el próximo sábado.

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Después de haber empezado con una racha de ensueño (23 victorias en 24 partidos), el seleccionador de los ingleses, Eddie Jones, ha tocado fondo en 2018, con apenas 4 victorias en 8 partidos, lo que ha disparado los nervios a un año del Mundial de Japón.

Sudáfrica, que en septiembre llegó a ganar en Wellington a Nueva Zelanda, intentará sacarse la espina de este revés en su siguiente partido de la gira europea, la próxima semana en Francia.

El único try del partido lo consiguió el sudafricano Sbu Knosi en el minuto 33.

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En la segunda mitad, después de haber llegado al descanso con 8-6 arriba, Sudáfrica únicamente sumó con un penal por medio de Handre Pollard, lo que le terminó pasando factura. (D)