Bélgica se sentirá profundamente decepcionada si no gana el Mundial, dijo ayer el defensor de los Diablos Rojos Thomas Vermaelen, en el primer reconocimiento directo de la confianza de su equipo en cuanto a su capacidad de levantar la Copa del Mundo en Rusia dentro de una semana.

Mientras que otros jugadores han mantenido el mantra de que las cosas se dan partido a partido, el defensor de 32 años dejó en claro que su vista está puesta en la final del próximo domingo en el Estadio Luzhniki de Moscú.

“Queremos desesperadamente llegar a la final y ganarla, porque si no lo logramos, eso siempre será una decepción. Nuestra ambición es ganar la final”, dijo Vermaelen en rueda de prensa, antes de la semifinal contra Francia.

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“Creo que podemos lograrlo, por supuesto, especialmente porque nos encontramos en las semifinales tras haber eliminado a uno de los favoritos. También demostramos que podemos jugar un fútbol atractivo, nos recuperamos de un momento difícil ante Japón (perdían 2-0 y ganaron 3-2). Sería absurdo decir que no creemos en poder ganar la Copa”.

La victoria del viernes pasado 2-1 sobre Brasil por cuartos de final se encadenó al agónico triunfo en la fase previa ante los nipones con un gol a los 95 minutos tras remontar una desventaja de dos goles.

Pero Vermaelen cree que Francia será un adversario “más difícil” que el pentacampeón mundial Brasil. (D)