El Mundial se ha consumido (y lo hemos disfrutado) en sus dos tercios. Queda la fase final de 16 partidos a muerte en eliminación directa. Los grupos son una batalla y una tortura pausada, viene el momento del knock out. La aritmética queda en el armario, hay que salir a ganar... Aunque algunos seguirán especulando de que el tiempo suplementarios (por energía) o los penales (por talento o suerte) les pueden favorecer.

Una enorme sorpresa: Alemania abandona en la vuelta inicial por primera vez en su historia, México le faltó al respeto y luego Corea… Pero Alemania se mató a sí misma. Y se han mantenido otros pronósticos con escalofríos. Uruguay y Rusia en el Grupo A era lo normal, igual España y Portugal (en el último minuto pudo pasar Irán). Y aunque Argentina y Croacia era el orden normal en su llave, lo contrario también frecuentaba las quinielas, mientras Francia y Dinamarca se las arreglaron para cumplir con su destino. Suecia y México, el batatazo (los mexicanos arrancaron con gloria y pasaron goleados, por ayuda alemana). Brasil, con las uñas, pasó con Suiza, también esperado. Bélgica e Inglaterra y Colombia con Japón, los últimos en pasar.

Y de ahí surgen encuentros atractivos, ya que se esfumó el explosivo Brasil-Alemania. Francia-Argentina levantará polvaredas aunque ninguno ha entusiasmado (los ches obviamente a leguas de llamar la atención). Los demás encuentros normales para este momento, llaman la atención un eventual Colombia-Inglaterra y sin duda Uruguay-Portugal.

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Y en el horizonte ya se perfilan los siguientes bombazos (simples pronósticos que pueden fallar penosamente). Uruguay contra Argentina o Francia. Bélgica contra Brasil. Croacia-España (debió ser España-Argentina, pero los ches se fueron por otro lado)… ¡A seguir disfrutando! (O)