Rusia se reencontró con la victoria al inaugurar su Mundial, pero perdió a otro jugador por lesión.

Ese fue el balance de los anfitriones de la Copa del Mundo la mañana de este jueves, al poner en marcha el torneo con una goleada (5-0) ante Arabia Saudita que no estaba en los papeles.

Dos goles brillantes de Denis Cheryshev, los cabezazos Yuri Gazinsky y Artem Dzyuba y un tiro libre de Alexandr Golovin alegraron la inauguración para los rusos, que llegaron al Mundial inmersos en una racha de siete partidos sin ganar. Golovin también fue el asistente en los tantos de Gazinsky y Dzyuba.

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Mejor no podía ser el resultado en el arranque del torneo para un cuestionado equipo, el de más bajo ranking de la FIFA entre los 32 participantes. El gran temor en Rusia es quedar eliminado de su fiesta en la primera ronda. Eso solo ha ocurrido una vez en la historia, padecido por Sudáfrica en 2010.

Pero superaron la primera prueba del Grupo A en el estadio Luzhniki de Moscú, deleitando al presidente Vladimir Putin, que estuvo acompañado en el palco por el jeque Mohammed Bin Salman y Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

Más allá del entusiasmo y empeño voluntarioso, el equipo del técnico argentino Juan Antonio Pizzi dejó mucho que desear. Reflejó una lamentable inoperancia para hilar pases, tema preocupante que tendrán que resolver antes de enfrentarse con los bombarderos uruguayos Luis Suárez y Edinson Cavani en su próximo partido. Eso será el próximo miércoles en Rostov del Don.

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La nota discordante para los locales fue sumar otra baja y embarullar más el entramado táctico de su entrenador Stanislav Cherchesov: Alan Dzagoev se retiró a los 24 minutos, evidenciando una fuerte molestia en un muslo.

La siguiente prueba de Rusia será el martes venidero en San Petersburgo frente a Egipto. Necesitarán embolsarse los tres puntos al tocarles cerrar la fase frente a Uruguay. (D)