La sorpresiva inmigración del propietario del club de fútbol Chelsea Roman Abramovich a Israel se suma a una creciente lista de oligarcas rusos que se han radicado en este país en los últimos años.

El empresario de 51 años, que llegó este lunes a Israel en su jet privado, pasó a ser inmediatamente el ciudadano más rico del país gracias a su fortuna, que roza los 11.500 millones de dólares, según datos de la revista Forbes, por delante de los 9.300 del magnate Eyal Ofer, informó  la revista de negocios 'Globes Israel's Business Arena'.

Israel le da la ciudadanía automática a toda persona de ascendencia judía.

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El magnate dio este paso después de que Gran Bretaña no le renovó su visa, aparentemente por sus conexiones con el presidente ruso Vladimir Putin.

Los británicos han dicho que reconsiderarán las visas a largo plazo de los rusos acaudalados después de que el ex espía ruso Sergei Skripal y su hija fuesen envenenados en la ciudad inglesa de Salisbury. Gran Bretaña acusa a Rusia, cuyo gobierno dice que no tuvo nada que ver.

El episodio desató una crisis diplomática digna de la Guerra Fría entre Rusia y Occidente, incluidas las expulsiones de cientos de diplomáticos de ambos bandos. La entonces secretaria del Interior británica Amber Rudd dijo en marzo que el gobierno estaba revisando las visas concedidas a unos 700 acaudalados inversionistas rusos.

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No está claro cuánto tiempo permanecerá Abramovich en Israel. Tiene una casa en el exclusivo barrio de Neve Tzedek en Tel Aviv que compró hace años. Su representante no respondió a preguntas al respecto porque dijo que se trataba de “un asunto personal”, pero su nuevo pasaporte israelí le permite ingresar sin restricciones a toda la comunidad europea, incluyendo Londres, la sede del Chelsea. 

Abramovich es tal vez el oligarca ruso más renombrado que se radica en Israel, pero no el primero.

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Alex Kogan, un periodista que ha cubierto el fenómeno de la oligarquía rusa en Israel para medios locales en ruso, dijo que entre 30 y 40 magnates han sacado la ciudadanía israelí o permisos de residencia y que la mayoría pasan temporadas en Israel.

Señaló que los oligarcas --empresarios que hicieron grandes fortunas durante la privatización de empresas estatales que hubo tras el derrumbe de la Unión Soviética-- tienen varias motivaciones. Algunos se fueron de Rusia por irregularidades financieras o por problemas con Putin que podrían llevarlos a la cárcel.

Otros están en buenos términos con el gobierno pero querían la ventaja de un pasaporte israelí, que entre otras cosas permite el acceso libre a la Unión Europea, incluyendo el terrirorio británico. Algunos son atraídos por las ventajas impositivas que reciben los nuevos inmigrantes a Israel. Además, se sienten más protegidos en Israel de la amenaza de extradición por cargos reales o falsificados. Israel, después de todo, fue creada tras el holocausto nazi para dar refugio a los judíos que se sienten perseguidos.

“Todos tienen distintas razones”, dijo Kogan. “Y hay muchos más que podrían venir pronto”.

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Algunos magnates, como Mijail Fridman y German Khan, obtuvieron la ciudadanía israelí pero mantienen residencias en Londres y Moscú. De todos modos hacen sentir su presencia en Israel a través de obras caritativas, como el Premio Génesis, conocido como el “Nobel judío”.