El egipcio Mohamed Salah pidió perdón cuatro veces a los hinchas de su anterior equipo, la Roma, por los dos golazos que anotó en favor del Liverpool y por otro par de tantos en los que colaboró con asistencias para Mané y Firmino en la semifinales de ida de la Liga de Campeones de Europa en el estadio de Anfield.

Salah, que ha marcado 22 goles en sus últimas 19 apariciones con el Liverpool, y un total de 14 dianas en los últimos diez partidos de los Reds en casa, abrió la cuenta frente a la Roma a los 35 minutos con un remate cruzado que sacó desde un costado del área que pasó por encima del portero Alisson. 

Diez minutos después el egipcio le volvió a pasar el balón por encima al guardameta brasileño de la Roma, pero esta vez con un pique corto ante su salida desesperada cuando Firmino lo dejó mano a mano contra su compatriota. 

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Salah redondeó su buena actuación en el segundo tiempo, demostrando que también sabe asistir, pues ingresó por derecha y le dejó un balón servido en el área a Mané, que anotó el 3-0 a los 55m. Y luego asistió de igual manera a Firmino, que anotó el cuarto gol a los 61m.

El mismo jugador brasileño anotó el 5-0 tan solo siete minutos después, de cabeza, a la salida de un tiro de esquina.

A los 74m Anfield volvió a estallar en aplausos por Salah, esta vez no por un gol, sino para despedirlo con una ovación cuando fue reemplazado por su entrenador, Jurgen Klopp, quien decidió guardarlo para la vuelta, cuando parecía que el pase a la final de la Champions estaba asegurado.  

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Pero la Roma, como ya se lo hizo saber al FC Barcelona, demostró que nunca deben darla por muerta y reaccionó en el último cuarto de hora con los descuentos de Dzeko y Perotti (de tiro penal).

Un 5-2 es un marcador magnífico para la vuelta, pero no es el 5-0 que los reds cosecharon en la primera hora de juego. Kloop lo sabe: los italianos quedaron vivos en las semifinales, a la espera del duelo de revancha en el Olímpico de Roma el próximo miércoles.

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El cuadro que dirige Eusebio Di Francesco ya levantó un revés de tres goles ante el Barça, pero no todos los días se repite un milagro. (D)