Hablar de Mohamed Salah es hablar de la historia del fútbol africano. Y no es para menos: el artillero del Liverpool –que en octubre anterior ya anotó el agónico tanto que clasificó a Egipto al Mundial luego de 28 años– alcanzó los 30 goles en la actual Liga Premier y desplazó así a una leyenda en su categoría como Didier Drogba.

Se jugaban 69 minutos en la cancha de Anfield, el pasado sábado, cuando el atacante de apenas 25 años grabó su nombre en piedra al convertir el tanto con el que superó al exdelantero del Chelsea, que en la temporada 2009/10 acumuló 29 goles a sus 32 años. Salah se transformó así en el máximo anotador africano por temporada en el torneo inglés.

Oriundo de la gobernación de Occidental, a 90 km de El Cairo, el Faraón disfruta entre aplausos y vítores de su primer año en el elenco de los Reds. A Liverpool llegó procedente de la Roma, donde jugó durante dos temporadas y soltó destellos de su valía ofensiva.

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En 2009, Salah se inició en el profesionalismo en el Arab Contractors, club de su país natal. Luego pasó al Basilea, antes de tener un corto paso por el Chelsea y la Fiorentina.

Hoy no solo llena de ilusión a los hinchas egipcios lo que el ariete pueda significar en Rusia para su selección, sino que los fanáticos del Liverpool se emocionan ante la posibilidad, de la mano del ariete, de reinar en la Champions, en la cual el elenco inglés ya está en semifinales.

Por si fuera poco, a falta de poco más de un mes para que la temporada de fútbol acabe en Europa, Salah lidera la carrera por el Botín de Oro, un gol por encima del astro argentino Lionel Messi (29).

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Una mágica temporada que, no obstante, no le quita el sueño al egipcio: “Quiero analizar los pequeños detalles porque sé que tengo que mejorar”. (D)

De niño estaba todo el día en la calle y me encantaba el fútbol. A cada paso que daba, los sueños eran cada vez más grandes.Mohamed Salah, atacante egipcio