En los últimos tiempos el deporte perdió a uno de sus más notables cultores, que se destacó no solo en el fragor de la lucha al conquistar un juego, un campeonato, sino también por su nobleza y sus principios.

Fueron varios los destacados deportistas que dieron al país medallas, torneos a nivel nacional e internacional que ya partieron de la vida terrenal. En esta racha de fallecimientos nos impactó mucho la partida de Juan Cornejo Rodríguez.

Juanito, como todos les decíamos, no fue jonronero ni un lanzador dominante que definía un juego con su accionar, ni un dechado de virtudes técnicas –que sí las tenía–. Más bien fue un representante de la hidalguía, persistencia, dedicación, solidaridad, humano; justo, leal sin limites con amigos y compañeros, buen hijo, estupendo hermano, excelente esposo y maravilloso padre.

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La sencillez y su carisma fue su impronta y su vivir. Fue parte de una familia muy querida de la ciudad, sexto hijo del matrimonio del Dr. Gustavo Cornejo Montalvo y María del Pilar Rodríguez. Junto a Álvaro Cañarte, Samuel Castro y otros, que creyeron en los beneficios de la práctica del deporte formativo, crearon el Club Majis, compusieron muchas canciones, el himno y el logo, y fueron protagonistas del béisbol infantil, juvenil y mayores.

Cuando en diversas alternativas de un juego su equipo estaba abajo en el marcador, animaba a los demás y siempre hacía algo especial. Cuando era algo cercano perder un duelo, sorprendía a todos con sus famosas jugadas de ‘toques sorpresivos’, con las que pretendía levantar el ánimo a sus compañeros. Aunque tácticamente no era lo que correspondía ni lo que su entrenador Máximo Ventura quería. ¡ Así era Juanito!

Una silenciosa enfermedad lo estaba acechando y en muy pocos días se complicó. Cuando se produjo su deceso, las redes sociales se llenaron con frases que expresaban el sentimiento de admiración y dolor. “¡Querido amigo! Las palabras no son suficientes para expresar la profunda pena por la pérdida de un personaje muy amado. Fue una persona muy especial y lo vamos a extrañar mucho”.

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“El jardín izquierdo está de luto. La novena quedó incompleta. Un diamante dejó de brillar. Su guante quedará en el baúl. Al igual que su camiseta de Majis. Ya está armando estrategia con Gustavo Cornejo y Javier Merizalde, que se adelantaron en esta viaje. La esperanza que tenemos es que todos en algún momento estaremos completando la alineación”, dijo Leonardo Tapia.

“Las lágrimas no lo traerán de vuelta, pero en ocasiones ayudan a desahogar la pena. Es mejor cerrar los ojos y acordarnos de los buenos momentos, Es mejor acordarse de las alegrías y las cosas que hacía. Cuando contabas de tu familia. La reunión de los seis hermanos para la foto de todos los años. Dejaste un legado de amistad, de tu esposa Mónica, de tus hijos. Qué difícil es seguir”, exclamó su hermano José Luis Cornejo. También agregó: “Te adelantaste, ahora estás gozando de la vida eterna. Siempre estarás presente en nuestra mente y nuestro corazón. Fuiste un gran hombre y formaste una gran familia”.

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Ismael Valverde manifestó: “No puedo creer que te hayas ido. Fue muy inesperado. Te veo jugando béisbol y sóftbol. Amando tu familia… jugando con tus bebés y tan enamorado de tu esposa, Mónica. Ahora que te has ido no puedo creerlo. Juanito, vuela alto”.

Por su parte, Javier García expresó de Juanito: “Descansa en paz querido hermano. Te saluda tu pana. Fuiste una gran persona, sincera, honesta, trabajador, deportista con garras, pero por sobre todo buen esposo, padre, hijo y hermano”.

“Aún no puedo creerlo, primo querido. Es tan absurdo, una partida de uno de los buenos, un misterio de los designios que Dios tiene. Vamos a extrañarte”. “Viejo querido... No hay palabras en este momento para expresarte lo triste que estoy... Te fuiste a jugar a una mejor liga y nos dejas incompletos”.

“Gracias por tus consejos y por ser ‘pana’ de verdad. La vida es así y debemos aceptar lo que Dios dispone. Te quiero mucho, ‘viejo’, como cariñosamente te decíamos. Nos vemos arriba. Cuando llegue me das chance en tu equipo. ¡Todo es mental! Es lo que siempre nos decías”.

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Eduardo Egas señaló: “Tocó la vida de muchas personas, no por ser el mejor o el más fuerte, sino por siempre ser un caballero, íntegro y siempre estar dispuesto a ayudar, calidad de persona, un gran ser humano y gran pelotero”.

Uno de los homenajes en su sepelio fue emotivo: sus compañeros, liderados por Roberto Ávila, con el uniforme blanco de Majis, estuvieron en su despedida. De verdad, fue muy triste su partida tan rápida de este mundo. Ya no estará el consejo sutil y su sonrisa perfecta, pero él estará vigilante y atento que lleguen a tiempo a los juegos. Un abrazo y hasta pronto, querido Juanito. (O)

“El jardín izquierdo está de luto. La novena quedó incompleta. Un diamante dejó de brillar. Su guante quedará en el baúl. Al igual que su camiseta de Majis...”.