El debut de Lewis Cook con la selección de Inglaterra, el martes en el amistoso ante Italia (1-1), permitió a su abuelo ganar una apuesta arriesgada que había realizado unos años antes.

Cuando el futbolista tenía 18 años y comenzaba a despuntar en el Leeds United, el abuelo de Lewis Cook, Trevor Burlingham, hizo una apuesta de 570 euros (701 dólares) a que su nieto iba a debutar con la selección inglesa antes de su 26 cumpleaños, que se pagaba entonces 33 a 1.

Tres años más tarde, el mediocampista del Bournemouth entró en juego el martes ante Italia en Wembley, lo que llenó de orgullo a su familia y permitió que su abuelo se embolsara, además, 19,400 euros (23,880 dólares).

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Burnlingham tuvo que tener paciencia, ya que el seleccionador Gareth Southgate le hizo esperar. Lewis había sido convocado en noviembre para el amistoso ante Brasil, pero no debutó.

Lewis Cook se convirtió además en el primer jugador del Bournemouth en jugar con la selección absoluta de Inglaterra.

Trevor Burlingham no pudo mejorar las ganancias que obtuvo el abuelo del galés Harry Wilson, que había apostado en el año 2000, cuando su nieto tenía 18 meses, que algún día sería internacional de fútbol.

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Apostó entonces 60 euros (73 dólares), con una cotización de 2500 contra 1, lo que le permitió llevarse 150.000 euros (184,000 dólares) en octubre de 2013, cuando Harry Wilson, de 16 años, se convirtió en el jugador más joven de la historia de Gales en debutar con el equipo, en un partido de las eliminatorias para el Mundial-2014 contra Bélgica. (D)