Una pelea multitudinaria entre jugadores durante el clásico del nordeste brasileño Bahía vs. Vitoria, suspendido el domingo tras nueve expulsiones -diez en total-, fue condenada este lunes por el Vitoria, en tanto que la federación de fútbol del estado de Bahia anticipó severas sanciones.

La confusión empezó con el gol del empate 1-1 que Vinicius marcó de penal para el Bahía y que festejó con un gesto vulgar frente a la afición rival.

Molesto, el portero del Vitoria, Fernando Miguel, se acercó al delantero y lo zarandeó increpándolo. Jugadores de ambos bandos se sumaron a la riña, que se convirtió pronto en una batalla de puñetazos y empujones.

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El partido, correspondiente a la sexta jornada del torneo bahiano, tuvo que ser suspendido 16 minutos por la confusión.

Al reanudarse, el árbitro expulsó a siete jugadores y a otros dos más tarde, dejando al Vitoria sin cinco de sus titulares y, por lo tanto, sin el mínimo necesario para poder seguir el juego, que se suspendió a los 79 minutos.

"La actitud de nuestro portero fue provocadora y desencadenó la pelea (...) A partir de ahí fue generalizada, ya no hubo más santos, todo el mundo es culpable y responsable. Merecen ser castigados por lo que hicieron", dijo el presidente del Vitoria, Ricardo David, al canal Sport TV.

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De su lado, el presidente del Bahia dijo que Vinicius suele hacer ese gesto -mover hacia atrás sus brazos arqueando su pelvis, como si practicara sexo-, pero reconoció que el jugador calentó el ambiente con un mensaje "un poco inadecuado" en sus redes sociales horas antes del partido.

"Es un baile que a veces incluso hace ante la afición del Bahia. El error fue hacerlo delante de la afición del Vitoria. Pero él no es ni de lejos el culpable de lo que sucedió", defendió Guilherme Bellintani en una entrevista con ESPN. (D)