La Conmebol sopesa salir de Paraguay, donde tiene su sede desde 1986, como protesta por la presunta inseguridad jurídica, luego de que el organismo del fútbol sudamericano fuera condenado por la justicia paraguaya a pagar 10 millones de dólares como indemnización a un exempleado.

El uruguayo Ismael Antonio Pintos, que durante casi 20 años se desempeñó como periodista y camarógrafo exclusivamente para la cobertura de las actividades internas de la Confederación Sudamericana de Fútbol, ganó el pleito judicial iniciado en el 2016 en un juzgado laboral de Luque, en la periferia este de Asunción.

Alejandro Domínguez, actual presidente de Conmebol, advirtió en rueda de prensa tras visitar al mandatario local Horacio Cartes que algunos dirigentes de federaciones insinuaron la necesidad de llevar la sede a otro país.

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“Le entregué al jefe de Estado una carta de la Conmebol en la que las diez asociaciones sudamericanas protestan por la (aparente) inseguridad jurídica en Paraguay. La Conmebol corre peligro de irse de Paraguay”, indicó Domínguez.

Fallo a favor

Durante el proceso judicial, la demanda de Pintos fue rechazada en primera instancia, pero los tribunales de apelación revocaron la resolución inicial. “Fui desvinculado de la Conmebol cuando asumió la administración de Juan Ángel Napout en el 2015 sin el pago de más de 20 años de servicio”, dijo Pintos tras conocer el fallo a su favor.

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Napout y sus predecesores, Nicolás Leoz y Eugenio Figueredo son acusados por corrupción en la administración de derechos de transmisión televisiva de los torneos de la Conmebol. Leoz, de 89 años, guarda prisión domiciliaria desde el 1 de junio de 2015 tras el pedido de extradición enviado por la justicia de Estados Unidos.

Domínguez fue elegido presidente tras el escándalo. (D)