En enero anterior (2017), durante el Congreso de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Carlos Villacís, presidente del organismo que asumió el cargo tras la renuncia de Luis Chiriboga –acusado de cinco delitos por la justicia de Estados Unidos y en el país de lavados de activos por la Fiscalía General del Estado–, calificó al 2016 como “uno de los años más oscuros de la historia de nuestro fútbol”, como reseñó este Diario.