“Fue la primera vez que iba a ver un millón de dólares juntos”. Así describió Luis Bedoya, expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, el ‘entusiasmo’ de Luis Chiriboga Acosta, extitular de la Federación Ecuatoriana, de cara a un supuesto soborno para adjudicar los derechos comerciales de los torneos de Conmebol a Full Play Group, compañía de marketing deportivo.

Bedoya, quien se entregó voluntariamente a la Justicia luego de su implicación en el caso de corrupción FIFAgate, dijo ante una corte de Nueva York que los presidentes de las federaciones de Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela se confabularon para otorgar los derechos comerciales de la Copa América del 2015 a Full Play y no al rival Traffic Group, que los había poseído entre 1987 y 2011.

“Ganamos cada uno un millón o millón y medio de dólares”, manifestó el exfuncionario colombiano.

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Además aseveró que el contrato con Full Play Group fue firmado durante el Congreso de FIFA del 2010, en Sudáfrica.

Cada uno de los seis dirigentes iba a recibir un soborno de un millón de dólares en dos pagos iguales, según Bedoya.

Contó que se había reunido también con el mandamás de la Asociación Argentina, Julio Grondona, quien se refería a los seis dirigentes como “los muchachos”. Cada uno obtendría asimismo un soborno anual de USD 400.000 por apoyar el contrato con Torneos y Competencias, que buscaba los derechos de Copa Libertadores.

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Bedoya, exmiembro del comité ejecutivo de la FIFA, dijo que su soborno y el de Chiriboga se elevaron después a USD 600.000, por ser “hombres de confianza”.

Bedoya es el primer exdirigente del fútbol que testifica en el juicio a Juan Ángel Napout, expresidente de la Asociación Paraguaya; Manuel Burga, exlíder de la Federación Peruana, y José Marín, expresidente de la Confederación Brasileña.(D)

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Cuenta secreta
En banco suizo

Chiriboga sabía
Bedoya dijo que habló con sus excolegas Juan Ángel Napout, de Paraguay; Manuel Burga, de Perú, y Luis Chiriboga, de Ecuador, sobre una cuenta de banco que él utilizaba para recibir sobornos. “Mi esposa no la conocía (sobre la cuenta)”, agregó.