Boris Becker fue declarado ayer en bancarrota por un tribunal inglés; el extenista alemán no pudo pagar una deuda que tiene desde el 2015. Un abogado del seis veces ganador de Grand Slam suplicó a una registradora de la Corte de Bancarrotas en Londres una última oportunidad para saldar la deuda con la compañía bancaria privada Arbuthnot Latham & Co.

La registradora, Christine Derrett, dijo que no existía evidencia creíble de que la deuda sería pagada pronto. Se negó a posponer el caso por otros 28 días y anunció una orden de bancarrota. “Una tiene la impresión de que se trata de un hombre con la cabeza bajo la arena”, indicó la registradora.

Becker, de 49 años, vive en Londres y recientemente fue entrenador de Novak Djokovic. Su abogado, John Briggs, argumentó que había evidencia suficiente de que pagaría la deuda a través de un acuerdo de refinanciamiento que involucraba la rehipoteca de una propiedad en Mallorca, que se esperaba generara $ 6,7 millones.

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Briggs dijo que Becker “no era sofisticado cuando se trata de finanzas” y que es muy probable que la bancarrota tenga un efecto adverso en la imagen del extenista. “Él debió pensar en eso hace mucho tiempo”, contestó la registradora. (D)