Luego de soportar con una sonrisa las críticas por las pobres actuaciones de Chile durante el inicio de su era y el debut en la Copa América Centenario, Juan Antonio Pizzi acalló muchas voces y dio a conocer ante México su propia versión de la 'Roja mecánica'.

La paliza 7-0 al Tri el sábado por la noche, con momentos de verdadera exhibición futbolística del campeón reinante, superaron incluso grandes actuaciones de la triunfal era de Jorge Sampaoli, antecesor de Pizzi hasta principios de año.

"No es fácil ser el entrenador de un equipo que logra plasmar en la cancha una superioridad como la que conseguimos hoy ante un rival de primerísimo nivel en una instancia decisiva", dijo Pizzi a la prensa en el Levi's Stadium de Santa Clara.

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Si la sensación era de "felicidad" por lo visto en el campo de juego, Pizzi eligió también la palabra "tranquilidad" para definir el especial momento que vivió luego de verse sometido al escrutinio y las dudas de la prensa y la afición.

Es que los resultados no acompañaron durante el inicio de su proceso, con cuatro derrotas en cinco partidos, demasiado para un país que se había acostumbrado a ganar.

Pizzi comenzó perdiendo contra Argentina en Santiago por las eliminatorias sudamericanas a Rusia-2018, logró aire con una victoria ante Venezuela en esa misma instancia, y luego sumó dos derrotas en amistosos, una sorpresiva ante Jamaica y otra ante México, justamente el rival vapuleado el sábado.

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Las cosas no se arreglaron con una cuarta caída, nuevamente ante la albiceleste, en el debut de ambos en esta inédita edición del torneo continental, pero el entrenador se mantuvo firme ante la prensa.

"Sabía cuando agarré este equipo que el desafío era duro, difícil. No he perdido bajo ningún punto de vista la ilusión. Nos vamos a levantar", afirmó tras aquel partido jugado en el mismo estadio de la exhibición de este sábado.

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Con las victorias ante Bolivia y Panamá y el pase a cuartos de final, Pizzi y su Roja parecieron liberarse de los fantasmas de Sampaoli, una fuerza invisible que sin quererlo condiciona la nuevo entrenador.

Y, sin embargo, el exentrenador del Valencia siempre dejó en claro que llegó a la selección con la intención de mejorar algunas cuestiones y no cambiar las bases sentadas por su predecesor argentino que convirtió a Chile en referencia mundial con su juego ofensivo y moderno.

Entre sus aportes, por ejemplo, ha estado la inclusion de Edson Puch, el delantero de Liga de Quito adquirido por el Nexaca de México y que se perdió la Copa América del año pasado por lesión. (D)