Miguel Ángel Brindisi, técnico que llevó a Barcelona a jugar su primera final de la Copa Libertadores en 1990, visitó Guayaquil para reunirse con Luis Noboa, aspirante a la presidencia amarilla, quien le ofreció un cargo si gana las elecciones del próximo 1 de octubre. El DT, campeón nacional en 1989, dijo a este Diario que analizará la oferta.

¿Quién lo contactó para volver a Guayaquil?

Yo recibí un llamado de Luis Noboa y me habló de un proyecto y una propuesta; por vínculo sentimental con el equipo decidí venir a dialogar y coincidimos en muchos puntos.

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¿Le ofreció algún cargo?

Tiene un proyecto en el cual contempla designar a un director deportivo y me dijo que si me interesaba; fue por eso que vine y tuve una reunión de varias horas. Me gustaría acompañarlo porque abarca el trabajo con las divisiones formativas.

¿Aceptó entonces la propuesta de Luis Noboa?

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Hay que analizarla. Vamos a estar en permanente contacto y estoy muy agradecido. Tengo contratos firmados en Buenos Aires, hay compromisos laborales con Fox Sports y con una radio allá, pero estoy entusiasmado y agradecido.

En este proyecto se tratan las divisiones formativas, que ha sido un tema descuidado en los últimos 20 años.

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Sí, y estoy al tanto de todo. Antes (por lo general) las divisiones formativas estaban a cargo de un exjugador o un amigo que no sabía nada de la gestión. Hay que desarrollar una infraestructura que parte de designar a una persona preparada. Estoy listo para este reto, porque conozco todo lo que conlleva realizar.

¿Cómo se organiza esta metodología de trabajo?

Ahora el chico no solo trabaja con el técnico. Van a la escuela o colegio, salen, llegan al club, se cambian, trabajan y se alimentan según las indicaciones de un nutricionista, dialogan con la psicóloga, ¿así cómo no van a amar a la institución y los colores del club?

¿Qué modelo de gestión le ha agradado en su país y se podría aplicar en Barcelona?

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El trabajo que se ha hecho en Vélez Sarsfield y Lanús es formar y promover jugadores y han peleado por títulos nacionales e internacionales. En River Plate incorporaron a Enzo Francescoli y los resultados están a la vista (campeón de la Copa Sudamericana 2014 y de la Copa Libertadores 2015).

¿Ha pensado que su imagen sería utilizada en campaña?

No. Esta propuesta es para llevar adelante un proyecto que va a beneficiar al club. Lo primero es que lleguen las personas que amen a la institución. Para mí fueron momentos muy fuertes los vividos en el club.

¿Conoce la crisis económica y deportiva de Barcelona?

Luis (Noboa) me comentó de las cosas negativas que han pasado y son cosas institucionales que un directorio debe solucionar, sin embargo, me alegró mucho la etapa del DT Gustavo Costas en Barcelona que fue campeón (2012).

¿Le molesta que Emelec, rival histórico de Barcelona, sea un ejemplo de una buena gestión en un club de fútbol?

No me molesta, al contrario, hacen un buen trabajo. Lo he visto por sus participaciones internacionales con (Jorge) Sampaoli, con Gustavo Quinteros, que ahora está en la selección (de Ecuador) y en este momento con Omar De Felippe, que está jugando la Copa Sudamericana.

¿Cómo se debe sacar al equipo torero de la crisis que atraviesa en la actualidad?

Lo que hay que buscar es esa mística que representó a Barcelona. Para mí el punto de partida para trabajar es el respeto y valorar a las personas. A un jugador de fútbol le puede ir bien o mal, pero primero es un ser humano. Una palabra de aliento vale más que un insulto, si aplicas lo primero cuando esté jugando mal le levantas el ánimo y lo comprometes más, y con lo otro lo desesperas y lo puedes tirar muy abajo.

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¿El afecto de la hinchada torera sigue intacto?

Llegué al aeropuerto el lunes y el cariño está intacto, como lo dice el tango: que 20 años no son nada. Me quedó muy marcada la palabra ‘profe’. Cuando dirigía al Espanyol de Barcelona (1999-2000) iba caminando por la calle y me gritaron ‘profe’, di la vuelta y dije: Eso es de Guayaquil. Así me ha pasado en otras ciudades. (D)

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