El lugar vacío en la salida del Gran Premio de Rusia fue la clara demostración este domingo de que toda la Fórmula 1 está pendiente del estado del francés Jules Bianchi, accidentado gravemente una semana atrás en el circuito japonés de Suzuka.

Instantes antes de que se largara la carrera en Sochi, los 21 pilotos que corrieron hoy se formaron en señal de apoyo a su colega de 25 años. El británico Lewis Hamilton, ganador de la carrera, le dedicó su triunfo a Bianchi y a su familia.

"En toda esta semana sólo tuve una persona en mi cabeza: Jules", dijo Hamilton con voz queda en el motorhome de Mercedes ya en el inicio de la noche del domingo sobre el Mar Negro. El inglés admitió que poco pueden influir sus buenos deseos de cara a la familia, aunque destacó que quizás cualquier tipo de energía positiva ayude.

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Lesionado en la cabeza, Bianchi sigue en grave estado y lucha por su vida en un hospital de la localidad japonesa de Yokkaichi, donde lo acompañan su familia y sus amigos más cercanos. Los médicos definen su estado como crítico, pero estable.

Bianchi se salió de pista bajo una fuerte lluvia en Suzuka y se estrelló contra una grúa que intentaba mover el auto accidentado del alemán Adrian Sutil.

Los compañeros de Bianchi en la máxima categoría del automovilismo mundial compitieron esta semana en Sochi con autoadhesivos en sus cascos y autos en los que se leía la leyenda "todos estamos con Jules".

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En el box de Marussia, el equipo para el que corre el francés, esperaba hoy un auto listo con el nombre de Bianchi y el número 17.

Por respeto al piloto, el auto no abandonó el garage de la escudería, que pese a que el reglamento lo permite tampoco presentó un sustituto.

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Todo el equipo Ferrari se unió antes de la carrera en una foto.

Detrás del cartel que rezaba "Forza Jules" aparecieron el español Fernando Alonso y el finlandés Kimi Raikkonen. Bianchi es desde hace años miembro de la academia de pilotos del equipo italiano.

"Pienso todo el tiempo en el tema", admitió Jean-Eric Vergne, de Toro Rosso. El francés, buen amigo de Bianchi, fue el que lanzó la propuesta de los autoadhesivos para recordar al piloto.

Jean Todt, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), habló de "tragedia".

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"Es algo muy duro para mí como ser humano, me golpea mucho", dijo el máximo jefe del automovilismo mundial, cuyo hijo, Nicolas, es el manager de Bianchi.

El informe preliminar de Charlie Whiting, el director de carrera de la Fórmula 1, fue enviado a una comisión de la FIA que hará propuestas para mejorar la seguridad.

La primera medida, que se aplicaría en el próximo Gran Premio, que se corre dentro de tres semanas en Austin, en el estado norteamericano de Texas, apunta a un límite de velocidad automático en caso de que se dé una situación como la de Suzuka.

"Nos quitaría presión", admitió Hamilton.

Una doble bandera amarilla avisó a los pilotos de la situación de peligro en Japón, cuando la grúa llegó para retirar de la pista el vehículo de Sutil. Pero una evaluación posterior de los datos generados por los autos demostró que no todos los pilotos redujeron la velocidad en el mismo nivel. La FIA no aclaró a qué velocidad iba Bianchi.

La reducción de velocidad no pudo ser puesta en funcionamiento a tiempo para el Gran Premio de Rusia que se corrió hoy. Según Whiting, la complejidad de los sistemas electrónicos de los autos lo impide.

Todt, en todo caso, marcó el camino: "No podemos volver a vivir una situación así".