En estado de coma, Niki Lauda recibía la extremaunción en un hospital alemán. Quemaduras graves y daños en los pulmones. ¿Pronóstico? Muerte inminente del austriaco, rescatado horas antes de la bola de fuego en que se convirtió su Ferrari.

El aparatoso accidente ocurrió el 1 de agosto de 1976 durante la segunda vuelta del Gran Premio de Alemania, en el circuito de Nürburgring. Los corredores Arturo Merzario, Guy Edwards, Brett Lunger y Harald Ertl detuvieron sus bólidos y armados de pequeños extintores, sacaron a Lauda del infierno, al tiempo que el fuego consumía el coche del campeón del mundo.

Conocido por su voluntad de hierro, Lauda desafió a la muerte como era su costumbre desde 1971, cuando debutó en la riesgosa F1. Y venció. Apenas 42 días después del percance que casi le cuesta la vida, y aún con vendajes cubriendo las heridas de su cabeza, y sin poder ocultar las cicatrices de su rostro, reapareció para defender su título en el GP de Italia.

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“Tenía que hacerlo (volver a competir) lo más rápido posible para superar esos problemas y continuar corriendo como antes. Para mí estaba claro que mientras más esperara, más difícil iba a ser porque comienzas a acumular más preocupaciones”, explicaba Lauda.

Valiente decisión
Sobre la decisión del austriaco, calificada como una de las más valientes de la historia del deporte, y acerca de uno de los duelos más legendarios y apasionantes de la F1 –el que protagonizaban Lauda y el inglés James Hunt, su compañero en Ferrari– gira la trama de Rush, cinta estrenada a nivel mundial el pasado martes.

“Esos años fueron la edad dorada de la F1 para los fanáticos, porque muchos pilotos le daban a este deporte un nivel de lucha de gladiadores”, comentó Ron Howard, director de Rush (también dirigió Apolo 13, El código Da Vinci y Una mente brillante).

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Para encarnar a los dos héroes, Howard eligió al actor germano-español Daniel Brühl (Good bye Lenin, Bastardos sin gloria) como Lauda, y al australiano Chris Hemsworth, conocido por la saga de Thor, para interpretar a Hunt.

Al final, la batalla de 1976 entre Lauda –disciplinado analista de cada mínimo detalle de su monoplaza– y Hunt –alocado, bebedor, playboy, carismático, y dotado de un talento descomunal para la conducción– la ganó el inglés por un punto.

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Lauda recuperó con Ferrari el título en 1977 y en 1979 se retiró cuando corría para la escudería Brabham. Pero volvió para ganar un tercer título en 1984, con McLaren. Su legado de valentía se combina con la célebre frase de Hunt, su acérrimo rival: “Cuanto más se acerca uno a la muerte, más vivo se siente”.

Lo que se opina de la película

Revista Rolling Stone
“Es el guion de (Peter) Morgan, lleno de humor, dolores de cabeza y fuegos artificiales verbales, lo que levanta a Rush por encima de la franquicia de Rápido y Furioso.

Daily Telegraph
“Por fin una historia de Fórmula Uno que no es solo para los locos de los automóviles. Sus escenas de las carreras son emocionantes, y las historias personales (de Niki Lauda y James Hunt) resultan interesantes”.

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The New York Times
El director (Ron) Howard no solo quiere arrastrarte dentro del mundo de las carreras de Fórmula Uno, sino que también quiere arrastrarte dentro de la cabeza de los conductores”.

The Guardian
“Rush es uno de los paseos más rápidos y más divertidos que vas a tomar este año”.

Variety
“No solo es una de las grandes películas sobre carreras de todos los tiempos, sino una virtuosa obra cinematográfica, con las dos interpretaciones más convincentes del año”.

US Today
“Capta de manera brillante la alegría que viene de enfrentarse a la muerte constantemente. También es una oda al gozo que supone la rivalidad”.

The Independent
“La rivalidad entre James Hunt y Nikki Lauda emociona y fascina”.