Con Cañarte se marcha un jirón glorioso del deporte guayaquileño, de nuestro fútbol y de Barcelona. Mata también brilló en primera, con el Reed Club.
Francisco de Souza Ferreira tuvo una historia nutrida de grandes éxitos en su vida deportiva. Con el apoyo de Emilio Baquerizo, conformó un equipo admirable.
Como gran nadador que era siempre volvía de las competencias cargado de medallas. Luego fue un excelente entrenador.
En 1957 el club de Brasil goleó a los del Astillero y puso fin al ciclo de varios jugadores toreros. En 1962 dio un show y los azules ficharon a Paternoster.
Hace 60 años, el 8 de mayo, tuvo lugar un esperado choque con Chicago Denver Truckers que llenó de emoción a toda Guayaquil.
Los partidarios del ganar ‘como sea’ dicen que el fin justifica los medios. Nos llaman románticos por criticar el mal juego.
Hace 70 años los toreros derrotaron nuevamente al equipo de 'la Saeta Rubia', Pedernera y Rossi. De los protagonistas sobrevive Jorge Delgado.
El Mönchengladbach perdió en 1967 ante los azules, en un amistoso. El célebre club alemán no había caído en su gira por varios países del continente americano.
Como ocurrió con la mayoría de selecciones sudamericanas, las primeras apariciones de la Tri en Copa América no fueron auspiciosas. Pero se reivindicó.
(AUDIO) El gol de Juan Manuel Basurko es el más famoso en la historia internacional. El tanto del sacerdote también es el más célebre de la Libertadores.
Hoy, que el fútbol guayaquileño produce mediocridades a las que llaman ídolos, extrañamos a quienes debutaron con Barcelona en 1962.
La prueba es el último reducto de amateurismo puro. Es una epopeya de valor y heroísmo. Los remeros no simulan lesiones ni queman tiempo, como los futbolistas.
Los jugadores toreros de aquellos primeros años del profesionalismo tenían clase y un corazón que no les cabía en el pecho.
Nos alegra estar en la Copa del Mundo de Qatar 2022, y esperamos que la Tricolor enfrente esta nueva oportunidad mundialista con valor y atrevimiento.
Semana complicada. Los toreros decepcionan en la Libertadores, la LigaPro viola la libertad de expresión, y ministro Palacios no deja de meter la pata.
Esta agresión no ha merecido ninguna reacción de los poderes del Estado. Se debe investigar este delito.
Según 'Estadio', de Chile, Católica fue apaleada 7-2 por Emelec, en el Modelo, en 1962, por jugar en la mitad del mundo, ‘donde las ideas se confunden'.
Lo hecho en Perú sirve de lección a los papanatas que niegan el valor del espectáculo y el poder de la indoblegable garra que condujo al club al amor popular.
El 20 de febrero de 1952 fui por primera vez al estadio. Dios no termina aún su obra conmigo.
¿Qué mostraron los toreros en dos partidos? Ganas en modestas cuotas. ¿Juego? Nada. Para colmo, Damián Díaz se hizo expulsar sin estar en cancha.
En la Copa de 1962 el golero de Emelec detuvo el cobro del paraguayo Genaro Benítez, en el estadio Modelo. Los eléctricos vencieron 4-2 a Millonarios.
No reprocho la postura de precautelar la ventaja, pero me inquieta pensar si vamos al Mundial a hacer lo mismo que en Lima. Teatro barato.
Las redes fanatizadas culpan al árbitro de quitarnos el privilegio de vencer a Brasil, pero bien vale preguntar ¿qué hicimos para ganar el partido?
Es inaceptable destruir la economía de clubes pagando sueldos europeos a jugadores de tercera.
Los futbolistas que dejaron las más profundas huellas en club fueron brasileños. Helinho, Tiriza, Pepe Paes, Nelsinho, Paulo César, Toninho Vieira son algunos.
Carlos Raffo es la mejor contratación extranjera de la historia de Emelec. Fichado en 1954, con sus goles nació la popularidad del club eléctrico.
Los marinos de la Real Armada de Su Majestad Británica jugaron en 1921 con los clubes Centenario, Norteamérica y Sudamérica.
Presentar el Plan antes de que se expida un cuerpo legal distinto al vigente es poner la carreta delante de los bueyes.
Fue una estafa. El juez Aragón no cumplió con el deber de comprobar el estado de la cancha antes del Emelec-Independiente y los organizadores miraban cómodos.
Uno de los pecados de una parte de nuestro periodismo deportivo actual es la pérdida de frontalidad; al parecer, también de la memoria.