VINCES-BOLÍVAR-SANTA ANA
.- Cientos de familias al igual que innumerables hectáreas de cultivos han resultado afectadas por los embates del invierno, tanto en ciudades de la Costa como de la Sierra. En la parroquia Ricaurte, del cantón Urdaneta (Los Ríos), hay desesperación porque el hospital mantiene cerradas sus puertas desde el sábado anterior, cuando este se inundó producto del desbordamiento del río Catarama.

A los pacientes se los derivó a los subcentros de salud de Puebloviejo y al hospital Jaime Roldos Aguilera, en el cantón Ventanas. Los casos más graves eran derivados al hospital provincial Martín Icaza y las emergencias se atendían en el subcentro Los Sauces, de la parroquia urbana Catarama.

Decenas de urdanetenses se concentraron en los exteriores del hospital de Ricaurte para protestar ante el rumor de que se trasladaría la funcionalidad de esa casa de salud a Puebloviejo. Pero eso lo desmintió el director del hospital, Franklin Medina, y luego la comunidad se unió a la minga que protagonizaban empleados y policías para que se reanudara la atención lo más pronto posible.

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Mientras, en Vinces se desbordó el río Vinces tras la rotura del muro de contención en Las Pampas, anegando el recinto Bagatela, parroquia Antonio Sotomayor. Más de 500 familias resultaron afectadas, al igual que 800 hectáreas de cultivos de arroz y otras 125 ha, entre cacao, banano y maíz.

Cristian Villasagua, director de la Unidad de Gestión de Riesgos de Los Ríos, informó que cinco familias fueron evacuadas hasta ayer y que estas permanecerán en casas. Según el funcionario, se las atiende con raciones alimenticias.

En el coliseo de Ventanas y en la escuela Los Girasoles permanecen albergadas 11 familias y otras 20 están en hogares acogientes. En el cantón Urdaneta fueron evacuadas 36 familias.

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En tanto, en la Sierra norte, en la provincia de Carchi, rayos y truenos alarmaron a los pobladores del cantón Bolívar.

Ayer las calles parecían ríos. “La corriente arrastraba piedras y todo lo que encontraba a su paso”, decía José Chundi, habitante del centro del cantón.

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Manuel Jaramillo, del Cuerpo de Bomberos, manifestó que el subcentro de salud resultó afectado por las lluvias. Además, el agua y lodo ingresaron a tres viviendas ubicadas al lado de la estación de bomberos. Vecinos del lugar ayudaron en las labores de evacuación y limpieza de escombros.

Byron Duarte, otro bombero, manifestó que la madrugada del lunes se reportó la inundación de cinco viviendas en la parroquia rural San Rafael, del mismo cantón. Una familia fue la más afectada cuando cayó parte de un talud sobre su vivienda, donde entró el caudal.

Las lluvias han afectado además cultivos de tomate, arveja y cebolla. En la ciudad se produjo un apagón en la noche del lunes y se suspendieron servicios de telefonía e internet.

Por otra parte, en Santa Ana, Manabí, unas 80 familias de la parroquia La Unión y 200 de la parroquia San Pablo de Pueblo Nuevo están damnificadas tras una severa inundación sufrida la semana anterior por el desbordamiento de los ríos Plátano y Mamey.

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El alcalde Fernando Cedeño señaló que 15 familias aún están albergadas en la casa comunal de La Unión y en viviendas acogientes de San Pablo de Pueblo Nuevo. Por ahora, dijo, en estos sectores aún se mantiene la declaración de emergencia.

Mientras, en el subcentro de salud de La Unión, que sirve a doce mil habitantes, se perdieron medicamentos, equipos como balanzas y vacunas, pero ya se dotó de más medicina hasta que dure la emergencia.

Reuniones y afectados

El gobernador de Esmeraldas, Rafael Lemos, convocó a los alcaldes de los cantones Eloy Alfaro, Quinindé, San Lorenzo, Muisne y Esmeraldas para analizar los daños provocados por las inundaciones producto del desbordamiento de ríos y esteros. Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, hay 78 familias afectadas en Eloy Alfaro y otras 5 en albergues. No hay información sobre dos personas desaparecidas.