¡Ya basta, señor presidente! Todavía tenemos la herida abierta luego de que usted permitiera el desmembramiento de nuestra provincia (Guayas), siendo usted guayaquileño.
Los capitales guayaquileños invirtieron sus ahorros en Salinas, pensando que seguiría perteneciendo a la provincia del Guayas. Antes, Posorja era el sitio de esparcimiento en la época de carnaval y Semana Santa, cuando partiendo de muelle 7 salíamos en lancha por Punta de Piedra al hotel Hispano de esta población. Queremos que ya deje de concentrar su apoyo a una sola provincia invirtiendo en una sola carretera a un costo de más de los doscientos millones, para llegar a un aeropuerto que no previó la necesidad de este medio de comunicación. Necesitamos nuestro aeropuerto en Daular, fuimos los primeros en diseñarlo, pero usted permitió que las compañías aéreas lleguen a la capital. Saque a relucir su guayaquileñismo y haga que olvidemos los límites que teníamos antes y que lo aprendimos en la escuela Antonio José de Sucre, en las calles Tomás Martínez y Rocafuerte, muy cerca de su domicilio cuando vivía en Guayaquil. ¿Cuándo tendremos la carretera a Salinas, de cemento y de seis carriles como los tramos de la Panamericana norte y sur?
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Se miente cuando incluyen la carretera Quevedo como terminada, cuando en realidad no está ni en estudio, sino que me refute su ministra de Obras Públicas. Cuando todo esté terminado en la provincia del Guayas, usted habrá ganado un adepto más a su partido.
César Alberto Muñoz Morán,
jubilado, Guayaquil
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