En los últimos años, en la parroquia Patricia Pilar de Buena Fe, Los Ríos, se han incrementado los bares, salones, karaokes, discotecas, negocios de libre expendio de bebidas alcohólicas, a vista y paciencia de las autoridades, tal vez con permisos o no, y otros camuflados.
Nadie se opone a que trabajen, pero se deben elegir otros sitios para realizar las actividades y no la calle principal de mi parroquia, cerca del subcentro de salud.
El gobierno de la revolución ciudadana debería tomar acciones, como hizo con el cierre de los casinos aduciendo que mucha gente iba a dejar el dinero, fruto de su trabajo en las salas de juego de azar.
Publicidad
Pienso que el consumo de bebidas alcohólicas es más grave que los casinos, para montar un salón de bebidas no se necesita de tanta inversión, se lo instala donde le da la gana a la persona que se beneficiará, sin tomar en cuenta el sector que va a resultar afectado. ¿A qué autoridades debemos recurrir los ciudadanos para frenar el aumento de estos negocios, ya que alteran la paz por los escándalos que originan? No comprendo cómo obtienen los permisos de funcionamiento con tanta facilidad, a diferencia de otras actividades que uno desea realizar y donde le ponen una serie de requisitos y trámites difíciles de acceder.
Solo en este negocio tan rentable se aplica la lógica, a mayor crecimiento poblacional, mayor es la producción de las bebidas alcohólicas para llegar a todos los rincones de la patria, ya que la actividad mueve millones de dólares al año y es una forma más fácil de ganar dinero.
Jorge Washington Allo
Buena Fe, Los Ríos