El presidente del Consejo de la Judicatura (CJ), Gustavo Jalkh, junto con otros integrantes de este organismo, cumplió ayer su primera agenda de trabajo en la capital manabita, donde visitó una obra y continuó con reuniones para promover el plan estratégico de la Función Judicial, que se prevé aplicar en los próximos seis años.
El funcionario indicó que los detalles del plan serán revelados próximamente, pero adelantó que con su aplicación se busca acabar con la demora en los procesos judiciales y que estos dejen de ser engorrosos y llenos de trampas procesales.
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Así lo expresó en su visita a las instalaciones del nuevo complejo judicial que se levanta en la Ciudadela Universitaria 3, al norte de Portoviejo, y que será entregado en junio próximo.
El presidente de la Judicatura expresó que el plan estratégico es el resultado de ocho semanas de trabajo y que ya quedó definido en las reuniones que mantuvo con representantes de la Fiscalía General del Estado, de los ministerios de Justicia y del Interior, de la Defensoría Pública y de la Corte Nacional el lunes pasado en Quito y al día siguiente en Guayaquil.
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El plan tiene cinco grandes objetivos que recogen aspectos como las prioridades de servicio ciudadano, de garantía del debido proceso, de lucha contra la impunidad, de mayor efectividad y eficiencia en la justicia, enumeró el titular del CJ.
Explicó que se propondrán reformas legales, como la elaboración del nuevo Código General de Proceso (que reemplazará al Código de Procedimiento Civil) para establecer la oralidad en todas las materias.
Mediante otra reforma legal, que no especificó, dijo que se buscará contar con más defensores públicos y se trabajará en el fortalecimiento de gestión de audiencias para evitar que estas fallen.
Se prevé sancionar a los funcionarios que no agenden bien las audiencias y a los abogados que dilaten los procesos.