Los rivales de Sebastian Vettel, puede que con más esperanza que expectativas, ansían que el Gran Premio de Australia de hoy abra una temporada en la que el monopolio del alemán y el equipo Red Bull en la F1 lleguen a su fin.

Ya existió el año pasado una perspectiva similar sobre la merma del predominio de Red Bull, pero tras un caótico inicio de temporada con siete ganadores distintos en las siete primeras carreras, Vettel y su equipo emergieron para alcanzar el tricampeonato.

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Hoy, Vettel -que ayer ganó la pole position- comenzará en Melbourne su intento por emular a Juan Manuel Fangio y Michael Schumacher, como los únicos pilotos en ganar cuatro títulos del mundo seguidos.

A la pregunta de cómo enfoca la tarea de obtener una cuarta corona, Vettel tuvo una respuesta simple: “El secreto es no pensar en lo sucedido en los últimos tres años. Después de eso (lograr el primer campeonato), ya no tienes la presión. Tú te has probado a ti mismo más que a nadie que puedes hacerlo”. Pero el germano rechazó el papel de favorito: “Empezamos con cero puntos. Todo el mundo tiene las mismas oportunidades”.

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Las pruebas de pretemporada no son una buena vara de medir para el nivel del comienzo del torneo, pero el rendimiento por debajo de la media de Red Bull en España fue suficiente para dar esperanza al resto de escuderías.

El bicampeón Fernando Alonso se perfila como el rival más peligroso para Vettel, quien aspira el podio.

Alonso ganó en Melbourne en el 2006, cuando corría con Renault. Para Ferrari, un podio en Albert Park le permitiría comenzar mejor que en el 2012, cuando el monoplaza rojo tuvo problemas al principio.

“Me siento un privilegiado por haber podido pelear por el título hasta la última carrera en dos de las tres últimas temporadas. Este año quiero tener de nuevo esa oportunidad. Y queremos que el resultado final esta vez cambie”, dijo Alonso.

En las 19 pruebas del Mundial, que se corre desde 1950, competirán once equipos.