Walter W. Wiesner
ingeniero, Guayaquil.- Criterios diversos existen para solucionar el azolve que estrecha el río, afectando a la navegación y aumentando el riesgo de erosión en las márgenes aguas arriba.

Este viejo asunto ya ha sido tratado por varias instituciones que con sus técnicos tienen una opinión más acorde con la solución.

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Según Inocar y otros, Guayaquil está asentada sobre un terreno sedimentario; el sedimento que está en el subsuelo es el mismo que ahora azolva el tramo del río Daule: arenas gruesas, finas y gravas.

En el subsuelo de la ciudad, al hacer perforaciones, hay estratos de arenas y gravas antes de llegar a la capa ígnea. El limo y el lodo superficial fueron producidos por el manglar.

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El mangle es el árbol que produce tierra. Cedegé establece que este flujo de sedimentos que se asienta en el islote El Palmar, es normal y se viene produciendo durante cientos de años en el estuario del río; por ello se observa la formación de islas e islotes en el trayecto de salida al mar.

Se acrecienta con el flujo disminuido, el río Daule, por el control aguas arriba de la presa Marcel Laniado.

Técnicos han resumido que el problema no es grave y que lo que se haga está en contra de las debidas soluciones. Los trabajos programados y contratados solo servirán para aliviar la codicia de interesados.

Walter W. Wiesner,
ingeniero, Guayaquil