Un mar de críticas existe por los daños y fallas en la estructura del muelle pesquero artesanal de Jaramijó, que se evidenciaron aún más por el oleaje de la semana pasada que afectó a unos 15 metros de muro.
El muelle, en una primera fase debía costar $ 5,7 millones, pero por presuntos desfases técnicos ese valor se incrementó en casi $ 1,6 millones. Los estudios fueron realizados por la empresa Sinequanon. La construcción de la primera fase estuvo a cargo de la empresa Tunaserv. Los estudios fueron contratados por la Subsecretaría de Recursos Pesqueros (SRP) en la época en que su titular era Guillermo Morán. La obra debió estar lista en noviembre pasado.
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El vicealcalde de Jaramijó, Alberto Mero, dijo que el informe de Contraloría, leído el pasado 21 de diciembre, señala de que Tunaserv habría utilizado un material no adecuado e incluso rocas de canteras presumiblemente no óptimas.
Raúl Paladines, ejecutivo de Tunaserv, reconoce que en los estudios se hicieron reuniones con representantes del Municipio de Jaramijó y la SRP para corregir fallas. Allí se determinó que tras las correcciones el monto proyectado sería insuficiente. Sobre el material utilizado dijo que su equipo de profesionales está tranquilo, ya que durante la estructuración de la primera fase fue objeto de fiscalización por parte de la SRP y de la empresa Projectec, fiscalizadora de la obra.
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Según Paladines, los $ 5,7 millones (80% el Estado y 20% el Municipio de Jaramijó) se utilizaron en la preparación del terreno y la edificación del muelle, pero faltaron recursos para los edificios de procesos y de administración. Se proyectaba un nuevo aporte estatal y del cabildo manabita para mediados del 2012, pero aquello no se concretó y dejó prácticamente paralizada la obra.
En esa misma época, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) propuso la declaratoria de emergencia para la construcción de obras en los puertos pesqueros artesanales de Jaramijó, San Mateo y Anconcito. El 1 de agosto del 2012 se decretó aquella emergencia.
Este decreto permitió que el Municipio de Jaramijó terminara de mutuo acuerdo el contrato con Tunaserv. Luego se hizo cargo la empresa Ripconciv, que actualmente labora.
La concejala Mari Vera indicó que en el borrador de Contraloría se indica que existen irregularidades en el contrato con Tunaserv y que se habría pagado con sobreprecio, pero que espera el informe definitivo.
Ahora la culminación de la primera fase está prevista para mayo del presente año, si no existen contratiempos, indicó Nabor Navia, administrador del contrato, que tiene un monto superior de $ 1,6 millones, pero se está a la espera de un nuevo contrato por $ 10 millones.