Enfrentamientos con saldo de al menos nueve muertos y 379 heridos ocurrieron en varias ciudades de Egipto el viernes durante manifestaciones contra el poder islamista, con motivo del segundo aniversario del levantamiento popular que provocó la caída del presidente Hosni Mubarak.

Cinco personas murieron por disparos en choques entre policía y manifestantes en la ciudad de Suez, anunció la televisión estatal. Por el momento no se sabe si las víctimas fatales son civiles o policías.

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Los otros cuatro fallecimientos ocurrieron en El Cairo

El Frente de Salvación Nacional (FSN), principal coalición opositora en Egipto, pidió este vierens la formación urgente de un gobierno de unidad nacional y atribuyó al presidente, Mohamed Mursi, y a los Hermanos Musulmanes la responsabilidad por la situación del país.

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En un comunicado, el frente instó a Mursi a lanzar un proceso de reconciliación con la oposición sin condiciones, después de los graves disturbios de este viernes.

El ministerio de Salud anunció por su lado que los enfrentamientos entre manifestantes y policías en todo Egipto dejaron 252 heridos.

Las manifestaciones fueron contra el poder del mandatario islamista Mohamed Mursi.

Al concluir la tarde, la policía disparó gases lacrimógenos para tratar de dispersar a manifestantes en los alrededores del palacio presidencial en Heliópolis, un suburbio de El Cairo, indicó la televisión estatal.

Enfrentamientos esporádicos entre grupos de jóvenes y fuerzas del orden, que se iniciaron el jueves, continuaron en los alrededores de la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, donde se había congregado una muchedumbre.

Algunos manifestantes se congregaron frente al simbólico edificio que alberga la televisión del Estado y el ministerio de la Información.

Los manifestantes también lanzaron piedras contra un edificio que alberga los locales del sitio internet de los Hermanos Musulmanes, una organización de la cual proviene Mursi. Otros se dirigieron al palacio presidencial, donde la policía trató de dispersarlos con gases lacrimógenos.

El Ismailía (noreste), manifestantes atacaron la sede local del Partido de la Libertad y de la Justicia (PLJ), la organización política de los Hermanos Musulmanes, y la incendiaron, según un corresponsal de la AFP.

En Alejandría (norte) y Suez (noreste), la policía usó gases lacrimógenos contra los manifestantes, según testigos.

En El Cairo, en la plaza Tahrir, miles de manifestantes protestaban desde temprano contra Mursi, para reclamar una "nueva revolución".

Enfrentamientos esporádicos entre las fuerzas del orden y grupos de jóvenes tuvieron lugar en las calles adyacentes a la célebre plaza, epicentro de los acontecimientos que en enero y febrero de 2011 provocaron la dimisión de Mubarak.

Dos años después de la revolución, el país todavía intenta encontrar su equilibrio entre un poder que se basa en la legitimidad de las urnas y sus adversarios que denuncian la emergencia de un sistema autoritario dominado por los Hermanos Musulmanes.

Egipto debe hacer frente también a una grave crisis económica, con un hundimiento de las inversiones extranjeras, la caída del turismo y un déficit presupuestario en aumento.

Por su parte, Hosni Mubarak, de 84 años, enfermo y condenado a cadena perpetua, espera un nuevo juicio que causa indiferencia en una gran parte de la población, para quien ya pertenece al pasado.