Sonia Alarcón recuerda el 9 de enero del 2012 como el día en que creyó que iba a terminar el problema que estaba atravesando por cobrarle a la Policía Nacional la indemnización que en sentencia dispuso el Juzgado Tercero de Tránsito del Guayas. Pero no fue así.
Ese día, cuenta la mujer, se reunió con el presidente de la República, Rafael Correa Delgado, en las calles 17 y Venezuela, en el oeste de Guayaquil, adonde había acudido para inaugurar una obra policial.
Publicidad
Luego de llenar un formulario y esperar la orden del protocolo, Alarcón le contó su caso a Correa y, según ella, este gritó: “Cómo la policía te pudo haber dejado discapacitada y no asumir la responsabilidad”.
Alarcón dice que en ese momento el presidente llamó al ministro del Interior, José Serrano, “al fiscal, al secretario y a los asesores, eran como diez o doce personas (...), y él dijo que se cumpliera de inmediato todo lo que solicitaba”.
Publicidad
No obstante, cuando acudió a Quito por pedido de Serrano, este no la atendió, acota.