Y…, rueda el balón. Nuevamente se viene moviendo la actividad deportiva por el inicio del Campeonato Nacional de Fútbol profesional ecuatoriano del año 2013, por tanto los clubes y los futbolistas deben observar lo siguiente:
Los equipos de fútbol deben preparar un buen presupuesto de ingresos y gastos verdaderamente financiados, y así no habrá problemas a mediados de la temporada futbolera, en los ingresos se deberán considerar los contratos con los principales y luego los auspiciadores menores, los derechos de la televisión, la taquilla de los partidos, las cuotas de los socios (donde se debe ser muy conservador), sin olvidar los ingresos por transferencia de jugadores o préstamos que realiza el equipo a los otros clubes a comienzo de temporada; y para cubrir el presupuesto, buscarse un partido amistoso con un buen equipo internacional.
En relación a los gastos tenemos los sueldos, los premios y las primas a la plantilla de jugadores, cuerpo técnico, asistentes y al personal administrativo; los gastos de publicidad por las programaciones semanales; la logística por los partidos que se jueguen de local como de visitantes (pasajes, hotel, viáticos); y los gastos de mantenimiento de los escenarios deportivos cuando se es propietario de uno de estos. Y si el club ha ganado su derecho a participar en los torneos internacionales como son la Copa Libertadores de América y la Copa Sudamericana, el presupuesto de gastos se incrementará, y también los ingresos. Una de las obligaciones que en los últimos años equipos de fútbol incumplen, es la cancelación de los tributos fiscales al Servicio de Rentas Internas (SRI), y ni qué decir de las obligaciones con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS); el impago a estas dos entidades de control en muchas ocasiones traen más de un dolor de cabeza a dirigentes deportivos, y sus pagos se incrementan por las altas multas e intereses del caso. Otro tema importante en este nuevo campeonato de fútbol, será recomendar a los jugadores jóvenes –que la prensa y la afición los ven como revelaciones de nuestro balompié–, que siempre mantengan la humildad y no crean que porque han jugado un excelente partido, son las superestrellas del fútbol. En nuestro entorno futbolero hemos visto cómo muchos buenos jugadores han caído en desgracia por el alcohol y las drogas. Por último, los periodistas deportivos y los aficionados de los equipos deberán recibir las derrotas o los triunfos de sus ídolos solamente como el resultado de una diversión, que es el partido de fútbol; es decir, sin apasionamiento ni en bien, ni en mal.
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Gustavo Vaca Méndez,
contador, Guayaquil