Estados Unidos está a punto de evitar el “precipicio fiscal” gracias a la confirmación en la Cámara de Representantes, la noche del martes, de un acuerdo que había sido aprobado por el Senado la víspera de Año Nuevo, en lo que se considera una victoria para el presidente Barack Obama.

La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó la noche de ayer el proyecto legislativo destinado a cancelar los efectos del llamado "abismo fiscal" que podría haber precipitado en la recesión a la primera economía mundial.

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Los legisladores aprobaron sin cambios, por 257 votos a favor y 167 en contra, el proyecto remitido por el Senado, que mantiene las rebajas fiscales para la mayoría de los estadounidenses y aplaza por dos meses los drásticos recortes automáticos del gasto público acordados en 2011.

El acuerdo se dio pese a la oposición de varios republicanos, mayoritarios en la Cámara, que se manifestaron ayer contra el proyecto. “No respaldo este texto”, afirmó Eric Cantor, número dos del Partido Republicano en la Cámara.

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“Lo tomo como una transgresión de nuestros principios conservadores”, dijo Cantor durante la reunión, tras la cual varios legisladores se manifestaron en contra del texto aprobado por el Senado.

Los republicanos en la Cámara de Representantes evaluaron agregar una enmienda al proyecto de ley aprobado por el Senado para evitar el “abismo fiscal” que reduciría el gasto en 330.000 millones de dólares, dijo el representante republicano Darrell Issa.

El texto prevé un aumento de los impuestos para los más ricos (la tasa de imposición pasará de 35 a 39,6% para los hogares con ingresos superiores a $ 450.000 anuales), pero deja interrogantes debido a la postergación por dos meses del plazo para poner en vigor recortes del gasto público federal por unos 109.000 millones de dólares, en particular en el área de defensa.

“Si bien ni los demócratas ni los republicanos obtuvieron todo lo que querían, este acuerdo es lo que hay que hacer por el bien de nuestro país y la Cámara debe aprobarlo sin demora”, dijo Obama en un comunicado difundido durante la noche.

“Hay más trabajo aún por hacer para reducir nuestro déficit, y estoy dispuesto a hacerlo”, dijo Obama al asegurar que los sacrificios para reducir el endeudamiento del país deberían ser “compartidos”.

Tras meses de agonía por la crisis, semanas de debate sobre una posible solución y días de intensas negociaciones a puertas cerradas, una abrumadora mayoría del Senado (89 contra 8) aprobó la madrugada de ayer un controvertido proyecto de ley que evita el llamado “precipicio fiscal”.

La iniciativa es el resultado de una combinación de un aumento de impuestos a los ingresos más altos y recortes presupuestarios automáticos que entran en vigor al vencer un paquete de exenciones fiscales aprobadas durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009) y de un acuerdo alcanzado en 2011 por los legisladores.

El acuerdo en el Senado fue negociado entre el vicepresidente Joe Biden y el jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

En un comunicado difundido ayer, la Casa Blanca alabó las virtudes de una solución “que mantiene el impuesto sobre la renta en un nivel modesto para la clase media” y que significa que “los millonarios y multimillonarios pagarán su justa parte para reducir el déficit”.