AGENCIAS-REDACCIÓN
WASHINGTON.- “Todavía tengo que prepararme para ver cuánto del barrio puedo quemar y hacer lo que más me gusta, matar gente”, escribió William Spengler, de 62 años, un exconvicto que se suicidó tras asesinar a balazos a dos bomberos en un pueblo situado en el norte del estado de Nueva York (noreste), doce días más tarde de la masacre del pasado 14 de diciembre en una escuela en Newtown, Connecticut, en la que perecieron 20 niños y siete adultos.