Elevando sus brazos al cielo y llevado en un carro alegórico que emula una barcaza, el Divino Niño es llevado en la procesión tradicional a la que cada año se adhieren más feligreses de Guayaquil y Durán.

A las 14:00, miles de personas se congregaron en la nueva estación del
ferrocarril, debajo del puente de la Unidad Nacional para acompañar en el peregrinar a ese "niñito" al que muchos le agradecen por un año lleno de bendiciones, otros le piden por sus necesidades o simplemente ofrecen su devoción.

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Ni el sol, ni el
calor fueron impedimentos para que las personas siguieran al Divino Niño. Unos llevaban su imagen entre los brazos, otros cantaban villancicos y hasta caminaban descalzos para ofrecer una penitencia.

También se observa a niños vestidos de rosado y celeste como la imagen del  Divino Niño.

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El recorrido terminará a las 18:00 en el santuario de Durán donde Monseñor Anibal Nieto, Obispo de la diócesis de San Jacinto de Yaguachi, oficiará una misa campal.

La barcaza en la que se traslada al Divino Niño hace referencia al logotipo que simboliza el año de la fe, el cual fue declarado así por el papa Benedicto XVI el pasado 13 de octubre del 2012, y que culminará el próximo año.