KATHERINE VILLAVICENCIO
.- Parecían haberse puesto de acuerdo en algo más que debatir: llevar en sus vestimentas algún color referente a sus agrupaciones políticas. A excepción de Norman Wray (Ruptura), que no usó corbata, Lucio Gutiérrez (SP), Álvaro Noboa (Prian), Nelson Zavala (PRE), Guillermo Lasso (CREO) y Mauricio Rodas (SUMA) contrastaron sus trajes con otras de color rojo, amarillo, azul con rojo, y celeste, en el debate televisado del miércoles.
La formalidad marcó el arranque del evento. Pero conforme avanzó no faltaron los gritos de las barras, las provocaciones y los comentarios que sacaron risas a los asistentes.
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Cuando Andrea Bernal, moderadora del debate, presentó a los aspirantes, las risas comenzaron al ver a Noboa subir al podio con el puño arriba y a Zavala con el dedo índice apuntando al cielo. Los aplausos también se intensificaron por parte de los empresarios cuando nombraron a Lasso.
Ya parados frente al podio, los candidatos sacaron las armas que le ayudarían a exponer sus ideas: carpetas, documentos, libros, iPads y hasta la Biblia.
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Gutiérrez guardó los cuadros estadísticos con los que defendió su gobierno en una carpeta con su imagen. Y portó siempre una pluma, con la que apuntaba la réplica de los otros. Lasso llevó un iPad, una carpeta y su promesa notariada de quitar nueve impuestos.
Rodas portó una carpeta azul con hojas de SUMA, pero su arma fue también el ataque. En alusión a Lasso dijo que los políticos tenían que notariar las propuestas para que el pueblo les crea. Fue abucheado cuando dijo que era claro que había dos modelos: el de él y el de los mismos de siempre para elegir.
Noboa usó una hoja y mantuvo encima el estuche de sus lentes Rayban. No dejó de sonreír, aun cuando lo criticaron, y Zavala contradecía sus tesis sobre la pobreza y delincuencia.
Zavala tenía sus apuntes en una carpeta y la Biblia dentro de un estuche negro. No la usó para debatir, pero sí para apoyarse y orar en la ronda final.
Wray llevó un iPad, un documento anillado con indicadores del país y el libro Una nueva política fiscal para el buen vivir, de Carlos Marx Carrasco, director del Servicio de Rentas Internas (SRI). Provocó en más de una ocasión a Noboa y Lasso y se ganó aplausos cuando le cedió su micrófono a Rodas, ante las fallas en el audio.
Fuera de las cámaras, los candidatos bebían agua y miraban sus celulares; Lasso no dejaba de acomodar el puño de su camisa y Gutiérrez de sonreír y hacer el 3 con los dedos a su barra. Noboa rompió el protocolo y se salió en dos ocasiones del podio para hablar al público.
Zavala arrancó risas y aplausos cuando respondió sobre el aborto. “Lo más curioso de esta gente que habla de aborto es que nacieron”, dijo. “Buena mi pastor”, le gritaron desde el público. Pero también aludieron a su iglesia cuando habló de impuestos: “Que devuelva los diezmos”, le dijeron desde SP.
Al final se estrecharon las manos, hubo sonrisas y palmaditas en la espalda. Los candidatos a la Vicepresidencia, lejos de la multitud, se despedían cordiales. Juan Carlos Solines, de CREO, pidió que le sacaran una foto con Ángela Mendoza (Ruptura), Pearl Boyes (SP) y Anabella Azín (Prian), con quienes compartió la velada.
Los candidatos, en cambio, agobiados por la seguridad, las cámaras y sus barras salieron de a poco. Primero Noboa, luego Gutiérrez, Rodas y Wray. Lasso se movió discretamente al área vip y salió último. Zavala bajó en medio de los gritos de sus simpatizantes: “Satanás, detente, Zavala presidente”.