Enrique Peña Nieto juró este sábado como nuevo presidente de México, para un periodo de seis años, teniendo como prioridades aplacar la extendida violencia del narcotráfico e impulsar una serie de reformas que permitan al país fortalecer su posición como la segunda mayor economía de América Latina.

El mandato del exgobernador de 46 años marca el regreso al poder que perdió el otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el 2000, luego de gobernar el país durante la mayor parte del siglo pasado.

Publicidad

En la ceremonia de toma de posesión en el Congreso, en la que Peña recibió la banda presidencial de manos del jefe de la Cámara de Diputados, parlamentarios de izquierda protestaron por la llegada al poder del priista, lo que llamaron una imposición, mostrando pancartas y gritando desde sus lugares, mientras los priistas coreaban vivas al nuevo gobernante.

En uno de los costados del recinto legislativo los izquierdistas colocaron una enorme manta de fondo negro que decía "Imposición consumada, México de luto", mientras que algunos diputados cargaban cruces negras, en alusión a los 60,000 muertos que dejó la violencia del narcotráfico durante el saliente Gobierno de Felipe Calderón.

Publicidad

La protesta tuvo ver con que el excandidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador impugnó el resultado de las elecciones de julio al denunciar una supuesta compra de votos y otras irregularidades, que no pudo comprobar ante el tribunal electoral.

Horas antes, pasada la media noche, Peña había recibido la presidencia de manos de Calderón en un acto de traspaso de mando en los primeros minutos del sábado en uno de los patios de Palacio Nacional.

"Hoy comienzo a ejercer el honroso cargo de presidente", dijo el nuevo mandatario, quien tiene previsto más tarde dirigir un mensaje ante cientos de invitados nacionales y extranjeros, entre ellos el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.

En las inmediaciones de la Cámara de Diputados, en el oriente de la Ciudad de México, cientos de manifestantes ligados a grupos de izquierda protestaron el sábado desde temprano.

Algunos se enfrentaron con policías que levantaron un cerco de seguridad con vallas metálicas y lanzaron cócteles molotov y petardos, mientras que los efectivos policiales los replegaron con gases lacrimógenos.

Medios locales reportaron que varios policías y manifestantes resultaron heridos durante los enfrentamientos.

Marco político
Colaboradores del nuevo Gobierno han dicho que el 2013 será el año de esas dos reformas, las cuales -según analistas- desatarían todo el potencial del país después de haber sido postergadas por años debido a resistencias legislativas o para evitar su costo político.

En el Congreso ninguna fuerza política domina, por lo que Peña deberá concertar las posiciones con la oposición y dentro de su propio partido, que antes rechazó partes fundamentales de reformas fiscales y energéticas propuestas por los gobiernos de derecha.

Peña designó el viernes a su mano derecha Luis Videgaray como secretario de Hacienda y a su otro estrecho aliado Miguel Osorio como secretario de Gobernación, puestos clave para empujar reformas económicas pendientes y coordinar la seguridad del país.