Germán Arteta
.- Así como hay temas que en diferentes ritmos están dedicadas a Dios, los santos, la madre, el padre, los oficios y las profesiones, los árboles, las flores y las frutas, etcétera, existe una buena parte de ellos que fue creada echando mano a las matemáticas para dejar bien clara la idea de número, peso, distancia, tiempo y cualquier otra novedad propuesta en los textos creados por poetas, escritores y músicos.
Ejemplo de esta afirmación son las rancheras El preso número 9, que canta Nelson Ned, y A los 15 o 20 tragos, de José Alfredo Jiménez; los boleros Cinco centavitos, muy popular en las voces de Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas, y Ya son las doce, con Tito Rodríguez.
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De igual manera, la pegajosa guaracha Con medio peso, interpretada por el conjunto Los Casanovas, y la balada Y nos dieron la 10, que hizo muy conocida Joaquín Sabina.
Pero esta novedad que se presta para ensayar un curioso pero abultado inventario tan difícil de concluir, no debe olvidar otras difundidas composiciones ecuatorianas y extranjeras, como son los boleros Mil años, Dos almas, Un minuto de tu amor, Dos lágrimas, Solamente una vez y Cuatro cirios; igualmente el tango Uno, el sanjuanito Pase 30 de chicha, y la popularísima balada Un millón de amigos, del admirado Roberto Carlos.
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Si se desea salir airoso con más de un título evocado, allí encontraremos la cumbia Mil horas, de la Sonora Dinamita; el Mambo Nº 5, de Pérez Prado; el bolero Siete notas de amor, en la dulce voz de Virginia López; La número 100, bolero inmortalizado por Alberto Beltrán y la inolvidable balada Cien kilos de barro, éxito del mexicano Enrique Guzmán y del ecuatoriano Pepe Parra.
Existen cientos de canciones, unas más simpática que otras, armonizando en su texto el amor y otras circunstancias anímicas de los seres humanos con las matemáticas, expresadas en sucesión numérica, tiempo, peso, etcétera. Ponga manos a la obra e incorpore más nombres a la lista propuesta, sin olvidar el bolero 40 y 20, de José José, y el bolero de Alfredo Gil que tiene por título Un siglo de ausencia...
Tenga presente de poner en su lista los clásicos tangos Fueron tres años y Las cuarenta; los boleros La media vuelta, de José Alfredo Jiménez, y Virgen de medianoche, en el reconocido estilo de Daniel Santos.
Igualmente, Una muchacha y una guitarra, por Sandro, y el albazo Apostemos que me caso, en el que el intérprete dice: “Ay, a la una y a las dos de la mañana dame caldo de gallina que se me ha abierto la gana...”.
Otros temas
Diez años,
bolero, Leo Marini
Pa’ todo el año,
ranchera, José Alfredo Jiménez.
Dos palabras,
valse, Alberto Guillén Navarro.
Cada domingo a las doce, después de la misa,
valse, Augusto Polo Campos.
Cien mil cosas,
bolero, Celio González.