Rommel E. Gallardo Moscoso,
Machala, El Oro.- La muerte de Marcelo Marchán ha enlutado al periodismo de nuestro país, al humor fino, al ingenio; ha enlutado a la misma muerte con la que él jugó muchas veces, porque esta se ha quedado sin su chacharero.

Sus lectores lo vamos a extrañar; se ha ido un estilo, una expresión de la libertad de opinión.

Y como todas las cosas, la figura de Marchán se irá diluyendo en el tiempo, pero habrá Tomas del Pelo para rato, porque sus ocurrencias trascenderán más allá en ese mismo tiempo. ¡Qué diferencia con los exabruptos que son del viento!

Rommel E. Gallardo Moscoso,
Machala, El Oro