Cuando Rigoberto Padilla se inscribió por primera vez en una de las universidades comunitarias de Chicago en 2007 había pocas opciones de ayuda financiera disponibles para inmigrantes sin autorización legal como él.

Padilla, de 24 años, llegó a Estados Unidos a la edad de seis años cuando su familia cruzó sin permiso la frontera de California para tener una nueva vida en Chicago.

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A partir del jueves, las autoridades de Illinois esperan que miles de jóvenes inmigrantes hagan la solicitud para recibir ayuda para la universidad a través de un programa estatal de becas financiado con recursos privados.

Los inmigrantes que estudian en Illinois —ya sea que tengan permiso de residencia o no— pueden solicitar la ayuda para la matricula en los centros universitarios del estado gracias al Fondo Illinois DREAM, que fue creado por la legislatura estatal en 2011.

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Autoridades dicen que se dará énfasis especial a los estudiantes que no tienen estatus legal para permanecer en el país.

"Los estudiantes indocumentados no son elegibles para la ayuda federal", dijo Tanya Cabrera, que encabeza el fondo y es directora asociada de participación de estudiantes minoritarios del Instituto de Tecnología de Illinois. "No estamos cubriendo todo, sino dando a los estudiantes una gran suma para ayudarles a minimizar la carga financiera".

El fondo ha recaudado 500.000 dólares en donativos privados hasta ahora. Los estudiantes migrantes que asisten a institutos de dos años son elegibles para solicitar becas por 2.000 dólares y aquellos que asisten a los de cuatro años pueden solicitar 6.000 dólares.

Mientras algunos estados han endurecido las regulaciones alrededor de la inmigración no autorizada en años recientes, Illinois sigue estableciendo normas que le dan una de las políticas más amigables hacia los inmigrantes en el país. Hubo poca oposición al fondo de becas escolares, que es respaldado por importantes líderes del estado.

El alcalde de Chicago Rahm Emanuel se congratuló por el fondo y la semana pasada indicó en un comunicado que impulsa a los estudiantes a "seguir con su educación independientemente de su estatus legal. Este fondo ayudará a eliminar la más grande barrera para que los inmigrantes que buscan una educación superior: el costo".

Los interesados deben contar con un buen promedio escolar para solicitarla.

Algunos críticos del fondo de becas han sugerido que éste podría provocar más inmigración sin permiso legal, pero las autoridades rechazan esta postura.

"Intentamos hacernos cargo de los inmigrantes que están aquí", dijo Cabrera. "Tratamos de darles acceso. Es desafortunado que otros no reconozcan eso".

Ella prevé que 5.000 estudiantes soliciten la beca este año. El fondo trabaja para recaudar 5 millones de dólares.

"Queremos hacer la beca renovable. No queremos que los estudiantes digan 'es cosa de una sola vez y ¿qué pasa después?'''.