La estrella fulgurante con la que Guayaquil iluminó el camino hacia la libertad, se emprendió desde Guayaquil hasta el Pichincha bajo el comando del Mariscal de Ayacucho y el impulso de un puñado de guayaquileños que luego de proclamar la Independencia de la provincia de Guayaquil, salieron hacia Quito a expulsar a los opresores españoles de la Real Audiencia y lograr la libertad.

Por eso la bandera azul y blanco seguirá flameando en nuestra mente y en la cumbre del Pichincha para orgullo de los ecuatorianos, y que recuerda que somos libres desde 1822. Por eso, nuestro agradecimiento a esos patriotas y héroes que dieron su vida para alcanzar la libertad de nuestra muy querida nación. Guayaquil, Quito y Cuenca serán siempre pueblos insignes de la cuna libertaria, que después de la primera Constituyente en la ciudad de Riobamba, se llamaría la República del Ecuador.

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Loor a Guayaquil, hermosa ciudad querida por todos, nacionales y extranjeros, por recordarse hoy la gesta gloriosa del 9 de Octubre de 1820, fecha de su Independencia del yugo español.

José Ramón Regalado Morales,
Guayaquil

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