Mediante orden general emitida por el Ministerio de Defensa Nacional, se crearon las reservas activas y pasivas de las FF.AA., de la sociedad civil y todas sus organizaciones para la prevención y defensa de desastres naturales, en tiempo de paz y de guerra.
Nuestro Ecuador ha tenido la oportunidad de poner a prueba en dos grandes oportunidades su espíritu patriótico rebosante de heroísmo, como fue en los conflicto bélicos en los inicios de 1981 y 1995, donde toda la comunidad ecuatoriana y particularmente guayaquileña nos unimos, como nunca antes, de civismo, en defensa de nuestra patria y particularmente de Guayaquil. Muchos soldados reservistas y combatientes ya bajaron al sepulcro en silencio, pero altivos, porque nos liberaron de la agresión extranjera. Existen también excombatientes que deambulan por nuestras calles cargando en sus hombros la decepción y la ingratitud de autoridades que deberían proporcionarles mejores días, porque ofrendaron todo por nuestra ciudad. Recordamos además a los que lucharon en nuestra Amazonía formando nuestras Fuerzas Especiales y que merecidamente se los llama héroes de guerra, pero pocos saben de la guerra urbana, donde la incertidumbre es peor que la misma selva, para combatir.
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El Comando del Estado Mayor de las FF.AA. declaró el 7 de octubre como el Día Nacional de las Fuerzas Armadas de Reservistas del Ecuador, inaugurando con ello un parque cívico en la ciudadela Los Sauces, en Guayaquil. Pido a nuestras autoridades tener presente este importante hecho histórico, desconocido por las nuevas generaciones y olvidado por autoridades. Es necesario que se reconozca el heroísmo de sus hijos en vida y no pasen a formar parte de las hazañas de los soldados desconocidos.
Ángel Triviño Garcés,
Quevedo, Los Ríos