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RIONEGRO, Colombia.-

RIONEGRO, COLOMBIA
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Hugo Chávez autorizó en secreto en el 2009 a Colombia a capturar ilegalmente en Venezuela al líder de las FARC Iván Márquez, que se refugiaba en ese país y sigue prófugo, para ser llevado a Bogotá y juzgarlo por narcotráfico, terrorismo y secuestro, dijo el expresidente Álvaro Uribe.

Uribe contó a Reuters que Chávez le hizo la propuesta "subrepticiamente" en la Cumbre de las Américas del 2009, en momentos en que Venezuela enfrentaba varios pedidos para que atrape y entregue al comandante de esa guerrilla izquierdista que ha causado caos en Colombia por casi cinco décadas.

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La revelación de Uribe, quien presidió el país sudamericano entre el 2002 y el 2010, ocurre a escasas semanas de que el Gobierno de su sucesor Juan Manuel Santos inicie una nueva negociación de paz con las FARC, cuyas bases y condiciones han sido criticadas con vehemencia por el exmandatario.

También se produce en la antesala de unos comicios presidenciales en la vecina Venezuela en los que Chávez buscará una nueva reelección con la extendería su mandato a 20 años.

El militar retirado de izquierda, quien siempre ha negado tener vínculos con la guerrilla o protegerla como lo denuncia Uribe, tuvo varias disputas con el político de tendencia de derecha y llegaron incluso a romper relaciones.

"Y lo último que me dijo por allá en el 2009 en Trinidad fue a manera de secreto que sacara a Iván Márquez de Venezuela como había sacado a Granda, lo que me dio una muy mala espina porque da muy mala impresión un presidente que, así sea en privado, pida que se haga trampa contra su país", dijo Uribe el lunes en su casa de campo cerca de Medellín.

El abogado de 60 años, que inició la mayor ofensiva militar contra las FARC, dijo que era ideal que Chávez capturara y entregara a Márquez -cuyo verdadero nombre es Luciano Marín-, que tiene un pedido de extradición por narcotráfico de Estados Unidos y ofrece por él una recompensa de hasta 5 millones de dólares.

"Los cómplices no son capaces de combatir a quienes han sido sus cómplices", afirmó en la biblioteca de su casa, adornada con figuras de caballos.

"Chávez le tiene miedo a los grupos terroristas, entonces lo que él sugería era que nosotros, sin que se diera cuenta el Gobierno de Venezuela, o al menos sin contar con el Gobierno de Venezuela, sacáramos a Márquez subrepticiamente de Venezuela como se había sacado a Rodrigo Granda", agregó.

Granda, cuyo verdadero nombre es Ricardo Téllez, fue capturado en diciembre del 2004 en Caracas por policías colombianos encubiertos que recibieron apoyo de efectivos de los organismos de seguridad de Venezuela, a quienes les pagaron una millonaria recompensa.

El episodio provocó una crisis diplomática entre Bogotá y Caracas en la que Chávez rompió relaciones diplomáticas con Colombia. La crisis se superó con la mediación del entonces presidente cubano Fidel Castro.

Granda fue excarcelado por Uribe en el 2007 a petición del entonces presidente de Francia Nicolás Sarkozy, para facilitar un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que permitiera la liberación de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada en esa época por el grupo rebelde.
 
Granda, aún alto comandante de la organización considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, reapareció la semana pasada en Cuba para anunciar el inicio de la negociación de paz.

Los representantes de las FARC también anunciaron que uno de sus negociadores será Márquez, quien se mostró la semana pasada en un video con su máximo comandante alias "Timochenko" luego de haber sido visto en el 2007 junto a Chávez en el palacio presidencial de Venezuela, antes del rescate de Betancourt.

Al ser consultado sobre la acusación del expresidente colombiano, el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Andrés Izarra, respondió: "Uribe anda como loco, lo enfermó el Twitter".

Uribe negó estar contra la paz en Colombia, pero insistió en criticar a su sucesor, el actual presidente Juan Manuel Santos, por haber permitido una mayor inseguridad y por el aumento de los ataques de la guerrilla en varias regiones del país.

El expresidente, quien dijo que se mantendrá activo en la política sin ser candidato, reconoció que está en contra de la posibilidad de que a los líderes de las FARC se les dé una amnistía o indulto y que puedan desempeñar cargos de elección popular. "Esa es una bofetada a la democracia", insistió.