El kiwi, fruto dulce, gelatinoso y de diminutas semillas, fue el producto orgánico escogido para someterlo al análisis académico, determinar sus propiedades nutricionales y lanzar al mercado un derivado de esta fruta: kiwi en almíbar.

Diana Herrera, estudiante de cuarto año de Ingeniería en Alimentos, de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), fue la expositora del grupo estudiantil que el viernes pasado mostró diversos dulces elaborados con frutos no tradicionales. Ella explicó el diagrama del flujo del proceso, es decir, el paso a paso de análisis y pruebas hasta obtener el producto.

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En seis stand, los alumnos de Ingeniería en Alimentos expusieron sus frutas procesadas, entre ellos Édgar Acosta, quien presentó jugo de babaco. Dijo que debieron determinar el índice de madurez de la fruta para obtener un producto de un mismo color y sabor.

Otros grupos ofertaron un ají elaborado con naranja, mermelada de grosella china y salsa picante hecho con toronche, que fueron degustados por los asistentes a la exposición, que es parte del pénsum de la carrera.

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Gabriela Aguilar, estudiante, contó que los grupos tuvieron un mes para la elaboración de los derivados frutales, que desarrollaron luego de que su profesora aprobara sus proyectos.

Los derivados entrarán en un banco de proyectos institucional con miras a la posibilidad de introducirlos al mercado.