Fueron días llenos de emociones, drama, colorido los de los Juegos Olímpicos Londres 2012, con emociones fuertes. Con triunfos apoteósicos y derrotas dolorosas e impactantes, con derroche de esfuerzo de adrenalina, dedicación, concentración.

Atrás quedaron nuevas marcas que obligan a rescribir la historia del torneo mundial más grande la humanidad. Cayeron once récords mundiales y 25 olímpicos. Con espectaculares actuaciones individuales y colectivas, como las finales cerradas en el básquet. El famoso equipo de ensueño de Estados Unidos debió intensificarse a fondo para doblegar a España 107-100 por el oro, y Rusia, que en los segundos finales le arrebató a Argentina la plata. México, en triunfo histórico, ratificó que Brasil todo lleno de estrellas no puede ganar la dorada en fútbol.

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Quedarán para la historia las actuaciones brillantes del atleta Usain Bolt al conquistar la segunda triple corona al vencer en los 100, 200 metros y las postas de 4x100 para Jamaica. Michael Phelps, el nadador de la cara enorme, orejas grandes y brazos largos, es ya parte de la historia como el más grande deportista olímpico hasta que aparezca un nuevo fenómeno al sumar 22 medallas en su trayectoria, 18 de ellas de oro.

En el apartado de las decepciones las eliminaciones tempranas de España y Uruguay, en fútbol; del cubano Dayron Robles y el chino Lin Xiang, en los 110 vallas, que no culminaron sus respectivas pruebas.

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Estados Unidos recuperó el liderato en el medallero al superar la actuación de Beijing 2008, en la que China terminó primero al capturar 51 preseas doradas y ahora solo 38, mientras que los estadounidenses en los Juegos anteriores lograron 36, y esta vez en Londres fueron 46, de las cuales 16 fueron de natación y 9 de atletismo. Esto es el simple y sencillo razonamiento numérico.

Claro que detrás de esto hay toda una infraestructura logística de preparación y apoyo y el talento y esfuerzo de sus atletas. Entre los países latinoamericanos fue estupendo el oro en balompié de México, la recuperación de Cuba, que del puesto número 28 saltó al 16 por los oros alcanzados. Mantener el nivel de Brasil en el puesto 22 y empuje de Colombia y el oro del esgrimista venezolano.

Ecuador como la mayoría de los países en desarrollo regresó con las manos vacías en cuanto a medallas, con una lectura patética de la realidad deportiva del país, pese a los esfuerzos de los últimos meses cuando se entregaron recursos directos para cumplir los últimos tramos de una preparación que no alcanzó ni fue suficiente.

Los atletas de alta competencia no se forjan en unos cuantos meses, esto debe ser parte de todo un proceso fortalecido y sostenido que se inicia con las campañas de masificación. A partir de ellas se debe efectuar la detección de talentos a los que se debe formar como deportistas en todos sus detalles.

Posteriormente deben pasar a la alta competencia con el apoyo de un equipo multidisciplinario: médicos, entrenadores especializados, preparadores físicos, nutricionistas, psicólogos, visitadoras sociales, becas de estudios y un plan de entrenamiento con objetivos reales y medibles para empezar a soñar con el nuevo perfil del deportista ecuatoriano y llegar al 2016 con mejores opciones.