Dos bañistas aseguraron haber sido picados por unas mantarrayas, mientras disfrutaban en las playas de Salinas.

“Ayúdenme, algo me picó”, decía una de las personas mientras era auxiliada por otros turistas, quienes estaban sorprendidos por lo sucedido.

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Vicente Meza fue llevado en la ambulancia de los bomberos de Salinas hasta el hospital José Garcés, ubicado en este cantón.

Su esposa Gabriela Meza, quien esperaba impaciente afuera del área de emergencia del hospital, indicó que su conviviente fue picado en el pie izquierdo por una mantarraya.

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“Somos de Pascuales, estábamos en el mar, el agua nos daba en la cintura cuando vi que a mi esposo gritó”, detalló Meza.

A los pocos minutos también llegó Marcelo Gonzalez, turista quiteño, quien estaba preocupado porque su hija Cristel de 12 años, resultó herida en el pie derecho.

La pequeña temblaba del miedo, mientras que Vicente se quejaba del dolor.

Jessenia Ramos, médico residente del hospital, señaló que diariamente de 7 a 10 personas son picadas por las mantarrayas.

“Al señor, el aguijón le dejó un orificio pequeño de entrada y salida, tenía hemorragía y se le reventó una  vaso (arteria), pero esto fue controlado con analgésico y un corticoide que es un medicamento para inhibir la reacción alérgica en el paciente, mientras que la niña tuvo una leve herida”, afirmó Ramos.

Según la doctora, esta especie acuática visita las playas en el perfil costanero cuando hace mucho frío, mientras que en el tiempo de calor llegan las medusas también conocidas como ‘aguas malas’.

“El dolor puede compararse a las picadas de abeja, es como que le atraviesen un chuzo en la piel”, dijo convencida Ramos, quien destacó que estas animales pican cuando se sienten amenazadas o cuando han invadido lo que ellos creen su territorio, es decir el mar.