Frank Íñiguez Cano, de 38 años, insiste casi una hora en su intención de comunicarse con su novia, Maricela Flores Infante, de 33. No sabe por qué abruptamente se cerró la comunicación que sostenían, vía celular. Por un instante piensa que la empresaria había llegado a la reunión que por motivos de trabajo tenía en la ciudadela La Garzota, norte de Guayaquil.