Lentitud, descuidos y cambios de funcionarios caracterizan el juicio de coactiva 817-2004 de Filanbanco S.A. en Liquidación, de más de 300 páginas acumuladas en seis años. Un botón de muestra de cómo la banca quebrada, en manos del Estado, intentaba cobrar a sus deudores para, a su vez, pagar a los ahorristas, principales víctimas de la crisis financiera del siglo pasado.